Fondo de armario

MADAME WEB

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El cine de superhéroes de cómic trasvasados a la gran pantalla es ya de por sí un abusivo género con entidad propia. El hecho de utilizar a todas las criaturas posibles con poderes –unos más que otros– y ofrecer un sinnúmero de entregas ha aportado pingües beneficios al universo Marvel y a sus socios. Pero no contentos con ello, siguen buscando por rincones y recovecos de dónde pueden extraer nuevas presencias para hacer más películas. Uno se imagina a un grupo de especialistas escudriñando con detenimiento personajes de tercera o cuarta fila salidos de las páginas de un cómic. Seres casi tan desconocidos para el gran público como para los responsables de la marca.Ahora han sacado del fondo de armario a Madame Web, personaje creado para las páginas de la serie Spider-Man de los 80, pero le han hecho unos buenos retoques y puesta a punto para convertirla en una nueva heroína junto a sus pupilas de una más que predecible saga.La historia es muy plana. En la Amazonia peruana habita una araña con poderes. Un ser ambicioso se hace con el ejemplar y cambia su vida sin importarle el modo criminal que utiliza para lograrlo. Una joven paramédica –una Dakota Johnson que es lo más esforzado de la película– irá descubriendo sus poderes de clarividencia, de adivinar un futuro inmediato entre otras lindezas y tendrá que ir explorando su pasado para entender su presente, y de paso convertirse en una voluntariosa protectora de tres jóvenes con un futuro de heroínas con sello de mujeres-araña.El villano es muy arquetípico. Persigue sin descanso a ese grupo femenino para liquidarlo, pero a decir verdad recibe mucho más que el daño que él pueda ejercer. Un papel de malo a cargo de Tahar Rahim, un actor muy recordado por su extraordinaria interpretación en Un profeta, dirigida por Jacques Audiard en 2009.La película Madame Web es un síntoma de que la Marvel busca nuevos personajes que vayan ocupando el poco espacio que queda en ese desmedido alud de cintas de superhéroes que ya han perdido su sentido de continuidad. Con un guion muy poco esforzado, escenas de efectos especiales muy trillados –donde incluso, y sin rubor alguno, se publicita a Pepsi a lo grande– y dejando entrever finalmente a una Madame Web con una apariencia cercana al profesor Charles Xavier, líder de los X-Men, y a sus pupilas y futuras chicas-araña buscando su lugar, al final tan solo podríamos decir que algo entretiene, pero una mosca en momentos de tedio, mirándola volar abobado, también lo hace.