Un largo viaje

PÁJAROS

★★★★✩

Una frase al principio de la película del filósofo francés Michel Onfray representa bastante bien la esencia de este trabajo cinematográfico de Pau Durà : “Uno mismo, es el gran asunto del viaje”.Pájaros es una historia de hombres rotos por dentro. Uno enfermo pero firme en su decisión de restituir un mal del pasado. El otro, un ser tragicómico, prototipo del perdedor profesional, de esos que han dejado todo en su vida a medio hacer.Ambos protagonizarán una historia de carretera. Los dos juntos formarán un dúo de seres que la vida deja en la cuneta como víctimas de sus propios errores, errores tan humanos, tan inmaduros en uno y tan lastimosos en el otro, que los hacen cercanos, reales, incluso llegan a poseer un poso de dignidad y sentido de la amistad que conmueve.La historia de este trabajo del director de Formentera Lady también recurre a esas almas perdidas en sus desaciertos y en el peso del pasado, y con un poco de suerte de la redención que casi siempre llega mal y tarde.Uno de ellos es un buscavidas de muy bajo nivel, un tipo en vías de un divorcio y olvidadizo a la hora de pensar en su hijo. Trabaja en un parking al que llega siempre tarde pues sus trapicheos con marihuana y su terca vocación de desafortunado en el juego lo llevan a esa vida loca sin sentido. El otro es serio, circunspecto y reservado, nervioso en tu tartamudez, aficionado a la ornitología, que quiere ir hasta la Costa Brava a observar a las grullas, o al menos eso le dice a ese bala perdida que lo ha de acompañar en un viaje que pronto se expande a Italia, Eslovaquia, Hungría, hasta llegar al Danubio, en Rumania. Por el camino sucede de todo. Incluso llegan a ser tres personas en ese auto con una mujer italiana que les alegra la vida y los humaniza, al menos parte del viaje.En Pájaros hay tristeza y remordimiento, instantes de desasosiego y ansiedad, pero también momentos ocurrentes y joviales que acercan, que ayudan a seguir adelante.Esta película de bellos pájaros que emigran y “pájaros” humanos con taras evidentes, tiene en la figura y oficio de dos grandes intérpretes como son Luis Zajera y Javier Gutiérrez, la clave de que nos encontremos ante una buena historia, sin complejos, de esas de carne y hueso.Pájaros sirve para romper ese tópico tan común de que el cine español es malo. El cine español tiene cine malo y cine bueno, como el francés tiene películas buenas y películas malas, como el americano incluso, porque no se trata del lugar sino del talento, algo que a estos dos actores sin duda les sobra.