El mal que hacen los hombres
HASTA EL FIN DEL MUNDO
★★★★✩
Sin duda, Viggo Mortensen es un creador que todo lo abarca y todo lo hace bien. Fotógrafo, poeta, músico, actor y director. Toca todas las teclas, algunas de ellas más desconocidas que otras. Por citar un ejemplo, su álbum Canciones de invierno es una maravilla, donde incluye algunos de sus poemas. Como actor es superlativo, y de un tiempo a esta parte metido en tareas de realización con su debut en Falling (2020) y, ahora, en un western en tiempos en que apenas se hacen películas de este género.Mortensen construye personajes propios de un tiempo violento e impredecible, en el que el poder, aunque sea en mitad de la nada, es corrupto y donde casi siempre se encuentra el perverso terrateniente. Aquí, con un descerebrado hijo con carácter psicópata que promueve todos los momentos tensos que transitan por esta historia de un mundo en construcción.Sin embargo, Hasta el fin del mundo aporta nuevas claves. Coloca a una mujer como el centro de las emociones de la trama, le otorga al personaje femenino el protagonismo que mueve gran parte del argumento. Esta es una historia de amor en tiempos convulsos, un encuentro entre dos seres que desean construir una vida juntos. Ella es una francocanadiense con rebeldía, hecha a sí misma, emocional y realista –una maravillosa Vicky Krieps–, que se enamora de un noruego que vino de una guerra europea para entrar en otra en ese nuevo país que adopta, un hecho que provocará la ausencia y la indefensión ante la maldad del lugar.Hasta el fin del mundo se mueve en dos tiempos: el de antes, en la relación entre ambos personajes, y el de después, el de la ausencia. Mortensen transita por paisajes rocosos, bellos en su propia naturaleza, en los amplios espacios que llegan hasta el mar. El ritmo es pausado y tiene esencia de película del Oeste verdadera, otorgando a la mujer un lugar que el género ha mostrado con cuentagotas, como en Johnny Guitar de Nicholas Ray, con una Vienna inolvidablemente interpretada por Joan Crawford, o la vengativa Annie Caulder de Burt Kennedy, protagonizada por Raquel Welch, hasta llegar a La venganza de Jane de Gavin O’Connor, con Natalie Portman, o las dos versiones de Valor de ley. Todas ellas forman parte del western en su sentido más clásico. La película de Viggo Mortensen, que dirige, escribe, pone la música e interpreta, es otra cosa. Es la percepción de una mujer, sus sentimientos y su entorno. Ahí radica ese punto de inflexión, esa particular visión de un mundo de hombres en el que quien brilla con luz propia es una mujer.