Lo que queda atrás
FUERA DE TEMPORADA
★★★★✩
Esta es una película elegante, delicada, sosegada, sin estridencias. Resbala en su propia atmósfera nostálgica, en una melancolía propiciada por el tiempo estancado en un hotel balneario de la costa cuando apenas nadie lo invade, de pasillos vacíos frente a una estación gris, otoñal o invernal. Fuera de temporada nos remite a un pasado que vuelve, a viejas heridas emocionales mal curadas, a un reencuentro cuando ya se han construido otras vidas.Mathieu es un actor de renombre, casado con una periodista también famosa, que viaja para aislarse y pensar en algo que le perturba, en un acto de cobardía escénica cuando abandonó poco antes del estreno una obra teatral dejando una mala imagen, pues él siempre se había refugiado en las películas y pisar un escenario por vez primera le causó pánico. Y en ese balneario tan lujoso como solitario se deja llevar por terapias aburridas, tedio y soledad. Alice es una mujer con la que Mathieu mantuvo una intensa relación hace años, cuando ambos tenían aspiraciones, y que ahora vive en la zona como profesora de piano y cuidando ancianos. Ella también se casó y tiene una hija adolescente. Todo parece irle bien, pero hay dentro de ella espinas y dolor interior cuando recuerda el modo en que sucedió todo, como cuando él se fue en el mismo momento en que comenzó a triunfar profesionalmente, forzando una ruptura no deseada.El realizador Stéphane Brizé se aleja de los argumentos de sus anteriores trabajos –especializado más en lo social, en la vida del trabajador común y sus problemas–, y se centra ahora en una historia romántica, en un sentimiento agridulce pleno de una madurez exquisita, bien equilibrado gracias al gran trabajo actoral de sus dos protagonistas absolutos, Guillaume Canet y Alba Rohrwacher, discretos y contenidos incluso cuando el reproche aflora, cuando el arrepentimiento los nubla, cuando todavía queda atracción entre ambos.Los diálogos son inteligentes, hay romanticismo en las miradas y los gestos. Se reflexiona sobre aquellos años que ya no existen, y persisten en que las cosas tengan un final agradablemente merecido o un paso hacia lo que ninguno de los dos puede adivinar.La sencillez con la que Fuera de temporada es mostrada, los silencios, el sonido de la furia en el paisaje marítimo, las emociones que retornan, la química que los actores desprenden, es intensa. Es una mirada a lo que pudo ser y no fue, como aquellas cosas que desaparecen de nuestras vidas, que se tornan borrosas y que en algunas ocasiones el tiempo devuelve, como en los naufragios, a la orilla.