SEGRE

Creado:

Actualizado:

LONGLEGS

Título original: Longlegs. Año

Cines: Screenbox Lleida, JCA Alpicat.

★★★★

De películas sobre asesinos en serie las hay, y muchas. Algunas extraordinarias por esa mirada hacia la raíz del mal del modo más absoluto, como El estrangulador de Boston de 1968 de Richard Fleischer, con esa novedosa desfragmentación de pantalla y con el rostro de Tony Curtis encarnando al cruel y real Albert DeSalvo. Zodiac, por mostrar el fracaso de una investigación policial a través de los años, o Seven, por sus giros de guion tan insospechados y esa atmósfera terrible -estas últimas firmadas con maestría por David Fincher-. Y si nos centramos en duelos entre brillantes mentes asesinas, con una agente del FBI en el centro de esa malignidad, es obligatorio mencionar a El silencio de los corderos de Jonathan Demme. Ahora parece que Longlegs llega para ocupar un lugar junto a esas joyas que giran en torno a los serial killers, y para hacerlo no se ha dudado en tomar prestadas algunas claves de los títulos mencionados, añadiendo además a una compleja y perturbadora trama un elemento narrativo sobrenatural, en la que los crímenes van mucho más allá de lo simplemente atroz, y donde se esconden enigmas que llegan a formar elementos que inciden continuamente en la mente de la protagonista del film, una novata agente del FBI con un nexo de pesadilla y predicción con el pasado familiar.Oz Perkins conoce el género por el que transita, dota de ambientes fríos y amenazadores cada escena. La cámara, en ocasiones casi estática o con un avance pausado, muestra un Oregón de los años 90 solitario, gris, un espacio rural donde las casas se erigen amenazantes, donde inquieta cada detalle y lo aterrador se estanca en el aire gracias a una magnífica fotografía en diferentes formatos del mexicano Andrés Arochi.Oz Perkins, hijo de Anthony Perkins, debió sufrir un trauma infantil al saberse hijo de Norman Bates, ese que con cara perversa decía que era incapaz de matar a una mosca en Psicosis, o posee un talento natural que lleva al espectador a territorios que desasosiegan, y al que no le importa que algunos detalles queden sin cerrarse, sobre todo cuando aparece la sombra del mal satánico, y la caracterización terrible y caricaturesca de un blanquecino fabricante de muñecas obsesionado con fechas de cumpleaños interpretado por un Nicolas Cage que ha encadenado tantos personajes imprevisibles estos últimos años que lo han ido convirtiendo en un actor de culto. Hasta el Get It On de T-Rex suena oscuro y malicioso en Longlegs dejando en el aire aquella sempiterna frase: “El mayor truco del diablo es hacernos creer que no existe”. Quién sabe.

Titulars del dia

* camp requerit
Subscriu-te a la newsletter de SEGRE
tracking