Crueles teorías dogmáticas
HERETIC (HEREJE)
★★★✩✩
Dos jóvenes mormonas que difunden la fe a todo aquel que las quiera escuchar practican una conversación bastante fuera de lugar sobre el tamaño de los preservativos dada la condición de fieles seguidoras de sus creencias religiosas, tal vez una entrada liviana y simplista para que la película funcione desde la banalidad al terror de modo ascendente.La visita concertada con un estudioso en materia religiosa irá desarrollando ideas y teorías sobre el acto de tener o no tener certidumbre sobre lo que consideramos una creencia devota. Todo parece racional y sencillo, pero se advierte una atmósfera maligna en aquella casa. El hombre que las atiende con extremada educación genera al mismo tiempo dudas y temores en las muchachas. Todo se va enturbiando, hay un sentido de la maquinación que las va atrapando en una trampa amenazante que, como si se tratase de un cuento macabro, se desarrolla sin episodios bruscos.Los directores Scott Beck y Bryan Woods, responsables del guion de Un lugar tranquilo (2018), utilizan sus recursos para construir un trabajo bien asentado en buena parte del metraje en el terror psicológico, ese que desasosiega a base de quiebros y requiebros en los diálogos, en la situación que cada vez se hace más tensa e insoportable.Lo más sobresaliente en Heretic es, sin duda, un Hugh Grant despojado definitivamente de aquel galán de comedia romántica que tan popular le hizo para sacar a relucir sus recursos actorales en un papel de lo más siniestro, en el que su mirada perversa y su fingida cortesía le otorgan a la película una mayor profundidad teniendo en cuenta que Grant ya demostró sus buenas dotes actorales en películas como Maurice de James Ivory o la excelente Remando al viento de Gonzalo Suárez.Existe un original juego del gato y el ratón en Heretic, disquisiciones y teorías sobre la religión, sobre sus variantes que el personaje compara con juegos de mesa, con la música de The Hollies, con una mirada poco apasionada sobre lo mercantil y lo engañoso que conlleva el uso de la fe. Pero este es un film de terror y lo manifiesta en su tramo final que se desborda y se dirige hacia el tópico, hacia el recurso virulento, hacia espacios laberínticos y muestras del desequilibrio mental de un ser que abandona su don de palabra para centrarse en su crueldad.Lo cierto es que Heretic posee momentos sorprendentes, con sensaciones que no se adivinan instantáneamente, que va formando un entramado complejo entre lo filosófico y lo esperpéntico con soltura, pero que finalmente deriva en lo truculento como única salida más o menos airosa.