Un prodigio en animación
FLOW, UN MUNDO QUE SALVAR
Título original: Flow. País
Cines: Screenbox Lleida, JCA Alpicat, Ocine, Urgellenc (Tàrrega, Balaguer, Mollerussa).
★★★★★
No hay que andarse con medias tintas. Flow es una maravilla la mires por donde la mires. No sigue ningún patrón visto en los últimos años. Tiene una personalidad bien definida desde su independencia y no tiene nada que envidiar al cine de países con mucha más tradición ni a los grandes estudios. Es la obra de un genio letón con apenas 30 años, Gints Zilbalodis.En esta poderosa historia de supervivencia, de amistad, sentimentalmente equilibrada, hay algo mágico que te emociona, que te conmueve, que demuestra que detrás hay un espíritu libre e innovador. No necesita que un humano aparezca en algún momento. Solamente los animales tienen protagonismo y, salvo algún detalle que los humaniza, la historia se aleja de otorgarles voz, de convertirlos en criaturas antropomorfas –algo muy en uso en el campo de la animación–. En Flow, cada rasgo, cada detalle, es de puro instinto animal, maravillosamente elaborado en gestos y formas de actuar frente a lo inmediato, a una amenaza que han de vencer por pura supervivencia. Es esta una película muda solo alterada por los sonidos del bosque, del agua que todo lo inunda, de cada una de las especies que se muestran acompañando a ese gato protagonista que nos llevaríamos a casa con los ojos cerrados y, si me apuran, al resto también porque son maravillosos, cada uno con sus rarezas o simplezas.Un cataclismo hace que el agua llegue hasta los bosques donde vive Flow y lo amenaza todo. La humanidad ha desaparecido y solo quedan vestigios de ella, como extraordinarias ciudades inundadas y templos medio sumergidos. En una destartalada barcaza, a la que se van subiendo diferentes animales como un capibara, un lémur, un perro y un ave y el gato negro protagonista, se irá formando un grupo indisoluble, aferrados todos ellos a un viaje desconocido.Imágenes generadas por ordenador que, sin embargo, tienen el encanto de un trabajo artesanal, con unas texturas extraordinarias que otorgan una belleza poderosa tanto en lo que se ve como en lo que en su desarrollo se cuenta.Flow es un prodigio poseedor de una imaginería deslumbrante e hilvana escenas de un modo ágil gracias a una estética insólita. Gints Zilbalodis ha construido una película reflexiva, original, que hace pensar sobre la necesidad de entenderse, sobre el cambio climático, sobre la lealtad. Y todo ello mostrado de un modo insuperable para que pequeños y mayores lo entendamos sin distraernos. Y jugando a caballo ganador, el Oscar a la mejor película de animación ya tiene nombre, Flow. De lo contrario sería un hecho del todo insultante.