Pequeño gran jazzman

El broche a oro a esta magnífica edición de nuestro Jazz Tardor lo puso un músico del que –lo confieso– no conocía apenas nada antes del concierto. Fallo imperdonable pues no estamos hablando de un recién llegado sino de un artista con una dilatada trayectoria no solo en los EEUU, su país de origen, sino desde hace unos años en Europa donde está establecido en la localidad austríaca de Graz desde la que proyecta su trabajo. Prueba de fecundidad artística y buenhacer son sus 20 álbumes como líder y casi un centenar más como músico de sesión para otros tantos artistas. En la actualidad este pequeño –de estatura, que no de enorme talento– gran jazzman está liderando dos formaciones a su nombre. A saber, Full House una experiencia eléctrica, en la que amplifica el sonido de su trompeta, y One For All, para practicar un be-bop más estándar, pues su trabajo solista bebe tanto de un Miles Davis, previo a sus escarceos free, como de las dulzuras baladísticas del gran Chet Baker antes de malograrse. En el bolo que cerraba el certamen, Rotondi se presentó junto a un trío de viejos conocidos de la afición jazzística lleidatana como Fabio Miano, el pianista italiano afincado en Alicante, el baterista teutón Jo Krausse y en el contrabajo local Ignasi González, luciendo todos ellos a muy buen nivel tanto en las fases de acompañamiento como en los espacios solistas que el líder nocturno les brindó a cada uno. El saldo final de esta actuación fue del todo positivo pues aunque el repertorio vespertino se basó en Dark Blue, su álbum de estudio más reciente, hubo también espacio para unos pocos clásicos que, como por ejemplo el Bye Bye Blackbird de Henderson y Dixon, nos supieron a gloria.