CRÍTICADEMÚSICA
Aventureros intrépidos
Carles Sanjosé (Sanjosex, voz y guitarras) y Carles Belda (Pomada, Mesclat, Conjunt Badabadoc, acordeón y voces) son dos músicos de raza y aventureros intrépidos que gustan de enfrentarse a grandes gestas musicales. Porque gran gesta musical ha sido meterse de cabeza en el cancionero on-line Càntut, Cançons i músiques dels avis, donde se almacenan centenares de canciones procedentes de la tradición musical catalana por vía oral de nuestros mayores, y haber seleccionado unas pocas de ellas para conformar un nuevo proyecto mútuo homónimo formado por un disco y un espectáculo itinerante. Acompañados, tanto para la grabación como para los conciertos, por la violinista Coloma Bertrán y el multiinstruimentista Jordi Casadesús, el espectáculo que los cuatro nos ofrecieron en el Cafè de l’Escorxador es la mejor muestra de que esa materia prima fantástica que representa nuestra propia tradición musical puede sonar moderna del todo sin renunciar por ello a ápice alguno de su trascendencia tradicional verdadera. Y es que, entre todos, lo que han logrado insuflar a este puñado de canciones sabias, retratros fieles de las sociedades rurales que las vieron nacer hace tantos y tantos años y que han trascendido de generación en generación, boca a boca de abuelos a padres y de padres a hijos, ha sido una nueva dimensión sonora pero sin dejar de observar nada de su profundidad e ingenio ancestrales. Canciones como La Dida, Serrallonga, Dotze lladres, El gitano o El pomeró, entre varias más, suenan moralistas, irreverentes y para algunos, incluso, políticamente incorrectas, pero rescatadas hoy del pasado, se nos antojan absolutamente deliciosas.