CRÍTICADEMÚSICA
Estrellón planetario
El cartel del MUD 17, por su magnífica y atinada selección de artistas, sin duda, uno de los más importantes hasta la fecha, contó con el nombre más impactante de sus once ediciones. Y es que cuando se anunció que el escocés Donovan sería la cabeza del elenco de este año, las entradas se agotaron rápidamente. Los afortunados que llenamos hasta los topes el local para disfrutar su show nos encontramos con un artista que pese haber superado los setenta se conserva en un estado de forma envidiable. Subió al escenario armado solo con una guitarra y su voz –bastante intacta pese a la edad, pues, a diferencia de otros contemporáneos suyos, no ha cometido apenas excesos típicos de la profesión– anunciando que el repertorio iban a ser temas de sus primeros álbumes, trufados con los grandes éxitos que todos los que tenemos edad le recordábamos. Con un feedback de enorme educación y amabilidad y la sensación de que estaba disfrutando sinceramente del buen ambiente que reinaba en la sala, Donovan desgranó durante hora y media lo mejor de su hermosa trayectoria musical, haciéndonos disfrutar de temazos inolvidables que le otorgaron condición de primera figura de la música en los 60 y los 70 como Catch The Wind, Universal soldier, Hurdy Gurdy Man, Seaton of The Witch, Colours, Riki Tiki Tavi, There is a Mountain, Sunshine Superman o Mellow Yellow, su primer número 1 planetario. Su último gesto de agradecimiento por la magnífica velada vivida fue quedarse un buen rato departiendo con sus fans, a los que obsequió con autógrafos, fotos y sonrisas. Para un estrellón de su categoría, poca broma, y para nosotros, una cita inolvidable.