CRÍTICADEMÚSICA
Zarpazos críticos
Si existe algún heredero entre nosotros de los dejes artísticos y actitud ideológica y reivindicativa de grandes cantautores como el chileno Víctor Jara o del alicantino Ovidi Montllor, ya desaparecidos ambos, ese sería en nuestro actual panorama musical el compositor, guitarrista y cantante de Sant Pere de Riudebitlles Cesk Freixas.
Absolutamente consolidado entre lo mejor de la canción de autor de nuestro país, ha logrado salir adelante con total coherencia personal y magníficas obras musicales además de un prestigio musical y personal incuestionable. Prueba de calidad irrefutable de todo ello son sus seis entregas a base de composiciones propias –Set voltes rebel (2005), El camí cap a nosaltres (2007), La mà dels qui t’esperen (2009), Tocats pel foc (2012), Protesta (2014), Proposta (2017)– además de la que dedicó a versionar a artistas mayúsculos de la canción protesta de aquí o del extranjero –Les veus dels pobles lliures (2006)–, un magnífico bagaje para los más de 13 años que lleva dando guerra musical.
Para presentar Proposta, acudió acompañado de su fiel guitarrista Víctor Nin, ofreciendo un show acústico en formato de dúo de voces y guitarras, diferente al de combo de rock que ha estado moviendo estos últimos meses y que recordaba aquel pasado juvenil a bordo del efímero proyecto Pangea de sus inicios.
Explicándose entre tema y tema con pequeños monólogos reivindicativos y algún que otro zarpazo crítico a la situación y miserias varias que nos rodean (sello distintivo e intransferible de su estilo), Freixas tejió un emotivo repertorio de temas viejos y nuevos que disfrutamos mucho, logrando no dejar a nadie indiferente. Faltaría más.