SEGRE
Tensión emocional

Tensión emocionalDEFOTO

Creado:

Actualizado:

Con el teatro llenó hasta la bandera y el Carry That Weigh de los Beatles como hermosísima introducción –ya éramos conocedores de la indisimulada querencia del exlíder de El Canto del Loco por el majestuoso cancionero de los cuatro de Liverpool– principió Dani Martín su concierto en Lleida, tratando de enmendar el pecado confeso de haber permanecido ausente de nuestra ciudad demasiado tiempo. La excusa de esta reciente visita fue poder presentar a su abundante parroquia local de seguidores las canciones de La Montaña Rusa, su álbum más repleto de canciones –llamémosles autobiográficas– y que ya avisa desde la imagen misma de portada: un Dani enfundando guantes de boxeo y encajando una auténtica paliza, simbolizando un repertorio donde el dolor y las heridas campan a sus anchas y dejando repleto de cicatrices al desamor. Con todos los presentes entregados desde el inicio de la actuación, el menú escogido hizo el resto, aunando temas recientes como París, Las ganas, Los charcos o Mi teatro, con piezas clásicas de su pasado grupal glorioso: hits como Una foto en blanco y negro, Ya nada volverá a ser como antes o Peter Pan. Muy educado, amable y cariñoso –gran profesional y dominador de los resortes del feedback con el público cuando se está subido en un escenario–, el madrileño tejió un recital magnífico en todos los aspectos y a la altura que se esperaba de un solista de categoría tan contrastada como la suya. En el remate final del concierto, durante el par de bises que el artista tuvo a bien regalarnos, vi brotar bastantes lágrimas –lo juro–, resumen palpable de la tensión emocional que el espectáculo en su conjunto logró despertar.

tracking