CRÍTICADEMÚSICA
Disfrutando de lo lindo
Es auténtica tradición en los carteles del Jazz Tardor contar año tras año con alguna buena cantante internacional. La edición 2017 no podía ser una excepción y tras contar hace unos días con la entrañable y preciosa presencia de la andaluza Mariola Membrives, con su singular fusión de flamenco, baladas y psicodelia, le llegó el turno a la solista norteamericana Charmin Michelle, vieja conocida de la afición local, que ofreció uno de sus conciertos modélicos, con divas como Ella Fitzgerald, Sarah Vaughan, Billie Holiday, Hellen Humes o Lena Horne, entre otras, como sus ángeles inspiradores de cabecera. Acompañada de un magnífico combo formado por grandes músicos como el saxofonista Toni Solà, el pianista Gerard Nieto y la base rítmica no menos valiosa del contrabajista Pere Loewe y el baterista Xavi Hinojosa, la singer de Mineápolis desgranó un precioso repertorio de estándares donde no faltaron extractos de sus cuatro álbumes. A saber, Your Eyes (1997), Destination Moon (1998), Hot (2001) y Pure Imagination (2005), este último en dúo con el guitarrista Joel Shapira. Destacó, también, como no podía ser de otro modo, la aportación en algunos solos protagonizados por Toni Solà, dando rienda suelta a su admirable imaginería interpretativa, siempre repleta de matices y texturas sonoras, que cuando la escuchamos nos sabe a pura gloria. Por esa voz aterciopelada, su elegancia y esa sencillez empática y tan educada hacia el público que acude a escucharla, el caso es que la sesión de Charmin Michelle se agotó en lo que nos pareció un breve suspiro, señal inequívoca de que su espectáculo caló tan hondo en nuestro corazón que nos hizo disfrutar de lo lindo.