Brillante muro de sonido

Con la sala casi llena, los privilegiados que acudimos a la llamada de la Barcelona Big Blues Band gozamos de una sesión de rhythm’n’blues modélica. No en vano, esta formación dirigida por Ivan Kovacevic, el dinámico y energético contrabajista serbio afincado en Catalunya desde hace más de un decenio, ha logrado convertirse en un reclamo para cualquier vocalista de tronío que llegue a la Ciudad Condal para actuar, necesitado de un respaldo instrumental fiable. Si no que se lo pregunten a músicos de alcurnia como Ray Gelato, Myriam Swanson, Steve Lucky o, como en este caso, el británico Drew Davies, que han podido catar el enorme potencial y savoir faire de esta multiformación catalano-balcánica capaz de crear tan brillante muro de sonido. El prestigioso saxofonista y cantante Drew Davies, que durante años se ha cimentado un gran prestigio al frente de su Rhythm Combo –no solo en el Reino Unido, sino también a nivel internacional–, ha encontrado en la Barcelona Big Blues Band el mejor punto de apoyo porque el espíritu y entrega de ambos casan a la perfección al tener referentes idénticos: gente mítica como Johnny Otis, Louis Jordan o T-Bone Walker, por citar influencias suyas innegables. El caso es que el show que vivimos no tuvo pausa, arrancando con una fuerza y tensión tremendas que se mantuvieron invariables durante casi dos horas. Un Davies pletórico en la voz y no menos efectivo en sus trepidantes solos al saxo demostró el porqué de su fama en ambas modalidades. Los de Kovacevic se mostraron pletóricos en una demostración palpable de que también ellos merecen una proyección aún mayor por sus enormes valores.