CRÍTICADEMÚSICA
Hasta 'bailongos'
Abrió la sesión el cantautor Jordi Lanuza, viejo conocido de la afición leridana afecta al género de la canción de autor por sus andanzas junto al grupo Inspira que lo han traído aquí unas cuantas veces. En esta ocasión actuó de telonero de Joan Pons, presentando su recién iniciada aventura en solitario, Com a casa, un disco de voz y guitarra a la antigua usanza, repleto de buenas composiciones, ásperas en general pero emocionalmente conmovedoras. El centro de atención de la sesión, no obstante, vino dado por nuestro paisano El Petit de Cal Eril, presentando en su territorio el sexto de sus discos. Una curiosa entrega con varios formatos (caja de tres EP’s con tres canciones cada uno; LP o CD, con esas nueve piezas), pero cuyo título no queda claro cuál es pues en las cubiertas correspondientes, junto al nombre de su perpetrador, solo se ve el dibujo de un triángulo que simboliza esos 3+3+3 cortes y que el disco se ha gestado en otros tantos lugares: a saber, Sant Feliu de Pallerols, Guissona y... Brooklyn, nada más y nada menos. Como se pudo escuchar, el sonido actual de Pons y su gente ya solo recuerda vagamente a aquellas Sargantanes al sol de diez años atrás que nos entusiasmaron por su belleza sutilmente psicodélica y esas letras oníricas y casi infantiles que tanto sorprendieron y crearon cierta escuela. Lógicamente, a casi ningún músico le gusta estancarse y prefiere avanzar, buscando saltar de su zona de confort conocida. Ahora suenan moderno, muy electrónicos y hasta bailongos, si se me permite la expresión. Su música no ha perdido calidad, aunque sí capacidad de sorpresa. Qué le vamos a hacer. ¡Ojo!, me siguen gustando, no vayan a pensar otra cosa.
FOLK-ROCK Intérpretes: El Petit de Cal Eril + Jordi Lanuza. Sala: Cafè del Teatre. Fecha: 17 de marzo. ★★★★☆