Auténtica fiesta

La clausura oficial de esta edición del MUD 2019, a la par tan variada como interesante –mi aplauso entusiasta al programador por la magnífica selección ofrecida– vino de la mano del Conjunto Papa Upa, una banda de calientes sonoridades tropicales que, sin embargo, tiene su cuartel general de operaciones en la bella pero casi siempre húmeda y desapacible ciudad de Ámsterdam. Dicha inclemencia meteorológica, casi permanente, no ha sido óbice para que el portugués nacido en Venezuela Alex Figueira, un batería-percusionista, compositor, productor y ocasional dj, lleve más de quince años creando y exportando música desde Holanda al mundo entero. La verdad es que no se podía pedir un show mejor para dejar buen regusto al público que, de manera casi masiva, acompañó una tras otra todas las sesiones del cartel. Este Figueira, tipo sin duda muy carismático, logró al mando de su banda de estupendos instrumentistas mantener desde el minuto uno bailoteando a todos los presentes que disfrutaron de lo lindo con su atractiva ensalada de sonidos exóticos. A saber, ritmos africanos y caribeños, aderezados con altas dosis de reggae, salsa, samba, cumbia, merengue, soul, funk, surf y hasta pasadoble, sonaron bien engrasados de la mano de este músico-poeta moderno capaz, además, de nutrir sus melodías de textos de crítica sociopolítica barnizados de un sarcasmo digno de nota. El caso es que el espectáculo deambuló de menos a más y, al final, tras un buen número de bises que los asistentes no rogaron sino que exigieron tal era su punto de excitación, si debemos ser justos con nuestra valoración en conjunto deberemos calificarlo de auténtica fiesta.