Mágicas sensaciones

El colofón a la octava edición del festival Interfado vino de la mano de Lusdosul, un trío formado por la cantante Marlene Rodrigues y por el dúo instrumental formado por la violinista y voz de acompañamiento Cecilia Martínez y el guitarrista eléctrico y sampler Isaac Garabatos, a bordo de un espectáculo titulado muy a propósito Fado do sul. Huyendo rítimicamente de los predicamentos tradicionales de la música lusa por antonomasia, la propuesta de Ludosul es mucho más arriesgada de lo que podría pensarse a priori. No en vano la combinación instrumental que disfrutamos fue cualquier cosa menos ortodoxa, pues no es usual en absoluto en el desempeño de este estilo peculiar utilitzar herramientas básicas de trabajo como la guitarra eléctrica y un violín amplificado. Partiendo de una base sonora llena de matices y colores diversos, creada por la guitarra y unas interesantes pregrabaciones a cargo de Garabatos, que me trajeron a la memoria en seguida a los Pink Floyd de sus años de máxima creatividad, fueron ganando espacio poco a poco las texturas diferenciales, en forma de contrapuntos sutilísimos de violín, firmadas por una Cecilia Martínez que parecía no hacer nada pero que lo hizo todo. Incluso, coserle armonías a las voces solistas de una Marlene Rodrigues de amplio registro y posibilidades múltiples, que demostró su gran sensibilidad y unas capacidades indiscutibles para dominar el fado cantado desde cualquier punto de vista interpretativo imaginable. El repertorio, con temas propios aunque sin desdeñar ni hacer ascos puntualmente a varios estándares fadistas conocidos, se ganó al público, llenándonos de mágicas sensaciones y ganas de repetir.