Precisión melódica

Cuando se plantea quién es el trompetista-cantante de jazz más célebre de la historia, con toda seguridad la respuesta más recurrente es Louis Armstrong. Sin embargo, dicha dupla interpretativa no es la más típica que se ha dado, pues han abundado mucho más, por ejemplo, cantantes-pianistas, de los cuales ha habido muchos y muy buenos, tanto hombres como féminas. Junto al genio de Nueva Orleans, otros trompetistas han lucido como vocalistas, desde Valaida Snow hasta nuestra Andrea Motis, pasando por el malogrado Chet Baker, el exótico Hugh Masekela o los multidisciplinares Jack Sheldon o Herb Alpert, brillantes músicos con obra y aportaciones de alto voltaje musical. Pues bien, en esta misma línea argumental encontramos a Ronald Baker, un muy fino estilista de la trompeta, pero también de la voz, que reunió como combo de apoyo en esta ocasión al trío de viejos conocidos de la afición local formado por Gerard Nieto (piano), Ignasi González (contrabajo) y Xavi Hinojosa (batería), que brillaron a buena altura. Un talentoso Baker nos regaló en sus partes instrumentales magníficos fraseos, llenos de dulzura y precisión melódica, pero cuando de cantar se trató, demostró una notable variedad de registros, enfrentándose igual de bien a baladas, tiempos medios muy soul e improvisaciones “escateadas” realmente espectaculares. La sorpresa nocturna fue la trombonista Joana Cebolla, invitada especial, que se sumó en un par de temas, demostrando muy correctas maneras también. En conjunto, el regusto final fue la mar de bueno pues el público que llenó la sala B del Granados gozó de la calidad y ganas de agradar que todos los oficiantes nos regalaron sin ambages.