Protesta sosegada

Tenía mucho interés en ver la evolución de Alu Spear, a quien, a salto de mata, he estado viendo actuar en eventos diversos los últimos años. Sin ir más lejos, el año pasado un par de veces, entre ellas, durante el concierto de apoyo a Open Arms, basado en canciones de Dylan, y su paso por el IEI, coincidiendo con los festejos de la última celebración del día del libro. El caso es que, tras su debut discográfico en 2017 con Mama Àfrica, lo que me faltaba era verle en un show completo acompañado de su nuevo mentor, el multi-instrumentista y productor Víctor Ayuso, quien ha logrado sacarle aún más jugo a la propuesta de fusión musical de Spear, a base de sus raíces africanas y otras sonoridades como el reggae, amén de su mensaje textual nunca exento de reivindicación y protesta sosegada. La excusa perfecta para ello ha sido acompañarle en la presentación de su segundo álbum, Cii Biti¸ publicado hace poco por Quadrant y que reúne una colección de muy buenas canciones ejecutadas en wòlof (la lengua más hablada en su Senegal natal), francés y catalán. Envuelto en un consistente ropaje instrumental, con bajo, teclados y programación a cargo del antes citado Ayuso, y con Eduard Gomis, su percusionista habitual, el espectáculo atrajo a un buen número de aficionados, que bailaron y disfrutaron con el trabajo reciente de este músico africano afincado en Lleida hace más de una década. Pese a que sus composiciones retratan la desigual realidad de la gente que emigra, Alu es capaz de verle la cara optimista a casi todo y así lo refleja cuando se enfrenta a esa y otras circunstancias del mundo de hoy, muchas de las cuales son, precisamente, poco o nada divertidas.