Sin alharacas ni efectismos

El flautista zaragozano Simón Fernández es un músico que guarda con Lleida una estrecha relación. Durante años ha vivido entre nosotros tocando, realizando docencia y, de vez en cuando, haciendo inmersiones en el mundo editorial para editar en formato de libro, transcripciones, comentando aspectos musicales y técnicos, la obra de grandísimas figuras como Jorge Pardo, Camarón de la Isla o Paco de Lucía, sobre el que se halla actualmente trabajando para otro futuro volumen. Con solidísima formación académica y una ya más que reseñable trayectoria musical que roza casi los veinte años de duración profesional ininterrumpida, practica un jazz que parte del flamenco como esencia principal de un particular estilo interpretativo. No obstante, su perfil destaca, además, por un ansia indisimulada de transitar por toda clase de territorios sonoros y un remarcable gusto por el eclecticismo, que le han empujado a manejarse e hibridar el sonido de la flauta travesera con otros géneros musicales como la bossa nova, la música étnica, el afrobeat o el jazz manouche. Actuando en formato de trío junto a los locales Jordi Mestre (guitarra) y Jaume Olivé (contrabajo), inédito hasta la fecha, Simón nos obsequió un delicioso concierto en el que pudimos escuchar una llamativa y variada selección de estándares. A saber, Duke Ellington, Tom Jobim, Miles Davis, Horace Silver, Thad Jones, Bill Evans, Chick Corea o los compositores del Tin Pan Alley, además de alguna que otra pieza propia del flautista maño, todo ello haciendo gala los tres de gran mesura instrumental y –se lo debemos agradecer– sin necesidad de recurrir a alharacas superfluas más propias de esos grupos más compenetrados y rodados, pero en los que intuyes cierta rutina y aburrimiento apostando por recursos efectistas para cubrir sus expedientes.