CRÍTICADEMÚSICA
Orfebrería musical
COLOMA BERTRAN
Es reconfortante y excitante, a la vez, cuando descubres un nuevo nombre con su mundo musical particular y diferente de todo lo que solemos escuchar. Coloma Bertran es una violinista excelente que hace ya años se sube a los escenarios de este país colaborando en proyectos de muchísima gente o de ella misma compartiendo esfuerzos con terceros desde Obeses a El Pont d’Arcalís, pasando por Belda & Sanjosex, Guillem Roma, Elena Gadel, El Chinchilla, Guillem Soler, Kiko Veneno, Caiqué, Fundación Tony Manero, Guida Sellarés, Dàfnia, Glòria Terricabres, Pep Sala, Viotrònica, Duetu, Jordi Gas, varios proyectos colaborativos de temática infantil o folk y hasta alguna que otra banda sonora de películas. Una instrumentista de aspecto tímido que siempre veíamos en segundo término del encerado, tras el artista de turno, pero que al intervenir era capaz de llenar ella sola todo el escenario con su manera exquisita de tocar, pura orfebrería musical, destacando por unos pizzicatos sublimes y conmovedores. También, por un tempo interpretativo pausado y envolvente, muy alejado, por fortuna, del de esos violinistas de moda que parece que circulan en bólido de carreras para demostrar su virtuosismo, cuando la velocidad con la que se toca, a nuestro entender, es del todo irrelevante. Estos últimos días del año hemos disfrutado con la oportunidad, por fin, de un espectáculo completo a su nombre, con la excusa de la presentación de su primer álbum personal: Nocturns i Diamants. A Lleida acudió acompañada de la cantante Ju, una de sus colaboraciones en la parte vocal del disco, protagonizando ambas un bellísimo recital, mitad instrumental, mitad cantado, a partir de composiciones propias o musicaciones de textos poéticos ajenos, que lograron emocionar al público con un fondo y forma hermosos y tan poco habituales.Estilo: Folk
Lugar: Cafè de l’Escoxador
Fecha: 26 de diciembre 2020.
★★★★☆