Volando alto

JAZZ

 

Quiso la fortuna que el pasado domingo coincidieran el final de la última jornada electoral autonómica celebrada y el concierto de presentación de Better Go (Quadrant, 2020), álbum de debut de Joana Cebolla.Digo esto porque me suele causar cierta desgana y hartazgo todo lo concerniente a la actualidad política de estos últimos tiempos y, tras cada campaña electoral, tan pesadas por lo general, acabo –en serio– algo extenuado, habiéndome venido como agua de mayo para desconectar, previa al recuento de votos, la estupenda actuación de esta singular artista jazzera leridana.

Arropada por un grupo de acompañamiento que estuvo genial, con cinco auténticos purasangres del género, a saber, el contrabajista Ignasi González, Xavi Monge al órgano, la guitarra de Jules Frayssinet, los tambores de Roger Gutiérrez y, de forma puntual al final del evento, el saxofonista Pau Garí, esta joven cantante y trombonista de voz naïf y buenas maneras instrumentales puso de manifiesto su talento y ambivalencia y que ha irrumpido con fuerza y –presumo- para quedarse largo tiempo en el actual panorama artístico.A destacar que no se notó, en absoluto, que esta del Cafè de l’Escorxador y en el marco del presente Festival Jazz Tardor fuese la primera vez que saltaba a un escenario como líder de una formación de tanta enjundia y que lo hiciera durante un evento de tal significación y prestigio.

El caso es, y a las pruebas me remito, que esta artista de potencial real aún por descubrir en todas su magnitud y consecuencias cantó muy bien y tocó el trombón a la altura de las expectativas creadas y sin denotar nerviosismo alguno.El repertorio vespertino fue la excelente selección de estándares del disco que se estrenaba y alguna que otra pieza que quedó fuera del mismo, aunque augurando continuidad lo antes posible.

No cabe duda, ese águila y visionario que es el promotor y productor Josep Ramon Jové lo ha vuelto a hacer: descubrir y dar alas de libertad musical a esta nueva rara avis local que sin duda volará muy alto.