CRÍTICADEMÚSICA
Atemporalidad de la belleza
Intérprete: Pigmy.
Festival MUD-Músiques Disperses.:
Sala: Cafè del Teatre.
Fecha: 13 de marzo.
Cualquiera que compare ambas, verá con el cambio obrado que su objetivo último fue buscar nuevos refugios creativos que ahondasen en un pop de cantautor más personal y reposado, aunque sin abandonar del todo la psicodelia, solo que dándole matices más acústicos. Sus tres maravillosos álbumes, Miniaturas (2007), Hamsterdam (2014) y Manifestación (2020), ponen de manifiesto la exquisitez y enorme sensibilidad de este creador mayúsculo que, desde su natal El Prat de Llobregat, lleva años proyectándonos un trabajo creativo de hormiguita, absolutamente minucioso y asombroso y que los buenos entendidos califican de pura delicatesen.
El caso es que desde el lanzamiento reciente del último disco de larga duración de Pigmy, por parte del sello local Guerssen, la situación ambiental para el negocio musical sigue sin ser del todo propicia y, por ello, esta del MUD fue tan solo la segunda vez, durante el último año, que se le ha podido escuchar en directo mostrando sus nuevas canciones. Acompañado de un combo estupendo de multi-instrumentistas eléctricos, de cuerda y de viento (Marina Férriz, Nathan Baughman, Esteve Masclans, David Gutiérrez y Enric Forner), todos juntos nos obsequiaron un recital muy hermoso en el que gozamos de su singular simbiosis melódica a base de sonoridades antiguas y contemporáneas perfectamente ensambladas y voces extraordinarias.
También, de ese cancionero propio excelso y, por fortuna, tan alejado de la vulgaridad textual que suele envolvernos. Ni más ni menos, la atemporalidad de la belleza, ese instante poético donde todo se detiene...