Bellos colores

JAZZ

Aunque la gente del Orfeó acotase en su programación de jazz la reciente actuación de la cantante y compositora portuguesa Sofía Ribeiro, la verdad es que su talla y versatilidad demandan una descripción artística muchísimo más amplia. Como pudimos disfrutar durante el concierto, al que acudió acompañada del estupendo guitarrista italiano Bart Barenghi, habitual colaborador suyo en directo y también de alguna de sus grabaciones, su dimensión musical como intérprete presenta muchas más aristas estilísticas diferentes, por lo que sería arriesgado además de injusto encasillarla en nada en concreto. Además de por una voz de bellos y variados colores, según le convenga a cada una de sus intervenciones, Ribeiro destaca por una tonalidad profunda, tremendamente expresiva y de gran poderío sonoro. Todo ello no exento, en absoluto, de una asombrosa capacidad emocional, grandes dotes de improvisación vocal, amén de un sentido rítmico portentoso que le permite hasta imitar instrumentos diversos. Así, su universo sonoro no observa límites, atreviéndose a fusionar desde el fado de su país a la bossa nova u otros ritmos latinos, con el pop, la canción de autor y, por supuesto, ese jazz suyo tan singular e inclasificable, que la convierte en una de las mejores voces universales de la world music actual. En Lleida nos deleitó con canciones interpretadas en portugués, castellano e inglés en las que demostró su maravillosa habilidad con la voz, recién estrenada su vuelta a los escenarios tras verse confinada en Colombia, todo este tiempo reciente, donde la pilló el inicio de los estragos del Covid pero que, por fortuna, al menos, generaron Casa, un álbum precioso y de enorme talento melódico..