Trío mágico

Array A bordo de nuevo de su proyecto Fado Inverso, regresó a Lleida tras su debut aquí hace varios años la cantante Ana Roque, acompañada de Joao David Almeida a la guitarra española y, en los coros, de la elegante violonchelista Susana Castro Santos. Durante su presencia en esta décima edición del Festival Interfado, la excelente solista lisboeta desplegó su muy sugerente abanico de calidades vocales, interpretando un repertorio compuesto básicamente de temas de su propia autoría aunque los adornase, aquí y allí, con varios estándares del género. Como ya ocurriera en ese show anterior precioso que logró deleitar al público local y dejó tan buen recuerdo, en esta ocasión Ana Roque no tardó apenas en encandilarnos tejiendo una sesión melódica perfecta y ordenada y con los crescendos necesarios para que nuestra atención no se perdiera en ningún momento del espectáculo y se mantuviese alerta de las evoluciones de este trío mágico.

A destacar la aportación del guitarrista Joao David Almeida que, al margen de su gran talento interpretativo y pericia técnica con el instrumento, nos sorprendió con un dominio y posibilidades vocales que no le conocíamos y que apuntalaron más si cabe el trabajo de la protagonista principal de la tarde-noche en el Espai Orfeó. Asimismo, fue digna de nota la sobriedad y savoir faire de Susana Castro quien, lejos de cualquier aspaviento escénico efectista, se limitó a sacar de su chelo –que no es poco– matices sonoros de una sutilidad y preciosismo inmensos. Temas como Menina, Andorinha, Barco Negro, Lua, Teus Lindos Olhos o Corrido, entre otros, nos sonaron a gloria bendita demostrando que el fado, cuando te acercas a su espíritu con predisposición y agrado sinceros, lo acabas sintiendo como propio y apreciando como una de las músicas más hermosas del mundo.