Un viaje a mundos lejanos

CLÁSSICA

Intérprete: Maya Levy, OJC. Obras de Beethoven i Txaikovski.

Fecha: 24 d’ocubre. Auditori Enric Granados

★★★★★

Maya Levy. Apunten este nombre. Parece una violinista, pero es una ninfa. El pasado domingo nos regaló una versión sobrenatural del concierto de Beethoven. Tuvo un lapsus en la reexposición del primer movimiento, como un actor que se queda en blanco, pero se vino arriba en un segundo movimiento excelso. Era Beethoven pero parecía un lied de Schubert, con unos pianísimos de ensueño. El fantástico Guarneri que tenía en sus manos estaba a su altura. No a más. Las cadenzas, escritas por esta joven judía belga, nos transportaron a mundos lejanos.Esa música tenía algo de klezmer. Fue un concierto mágico al que contribuyó, por supuesto, Beethoven con ese final sorpresivo, como de aprendiz de brujo. Nada por aquí, nada por allá, y la maravilla que has escuchado ha desaparecido. El humor le sirve a Beethoven para superar la adversidad. Por eso le amamos tanto. Luego tuvimos la Cuarta Sinfonía de Chaikovski. Una catedral. Es una obra dificilísima, con mucha hemiolia (ritmos binarios en compases ternarios, o viceversa), escrita expresamente en fa menor con la intención de complicar la vida a la cuerda porque en esa tonalidad, con 4 bemoles, los músicos apenas pueden utilizar cuerdas libres y el sonido es patético, en la primera acepción del adjetivo. La OJC estuvo magnífica. Quizás pudo caminar un poco más en el primer movimiento, pero el balance fue fascinante. Sobresalió la canzona del segundo movimento, iniciada por el oboe y finalizada por el fagot con una clase enorme. La obra pasa a mayor en un último movimiento que es puro gozo. El sinfonista más neurasténico de la historia –con permiso de Mahler– nos gana con su hedonismo. Por eso le amamos tanto. En ese final disfrutaron los músicos como animales, y como animales nos hicieron disfrutar. Nos fuimos todos a casa con una sensación compartida de euforia.