Cópula perfecta

JAZZ

Aún sorprendidos por la súbita reubicación de toda la programación del Jazz Tardor 2021 a escasas fechas del comienzo del mismo –¡¡menuda movida!!–, hemos acudido, ilusionados sin embargo, a disfrutar a tope del primero de sus conciertos tratando, eso sí, de olvidar que alguien no hecho bien las cosas, como tampoco se hicieron bien del todo con motivo de un reciente festival Interfado, igualmente celebrado de milagro. Por fortuna, Quadrant nos ha vuelto a preparar un cartel artístico de auténtico lujo, del cual la actuación de The Cuban Jazz Syndicate constituyó la mejor de las inauguraciones posibles. Y es que esta magnífica formación, enclavada genéricamente en el llamado latin jazz, aunque con personalidad propia, nos llenó de gozo y deleite máximos.

La primera sorpresa fue comprobar que practican apenas ese sonido salsero y de apabullantes percusiones, típico de muchas de las orquestas más conocidas, optando por algo más melódico y –si me permiten la expresión– mucho más sutil, destacando, sobre todo, las calidades individuales de cada uno de sus miembros, pero que juntos suenan como un cañón. Liderados por un gran Michael Olivera, batería y voz, la formación la completaron extraordinarios músicos como el pianista Pepe Rivero, el saxofonista Ariel Brínguez, el bajista Yarel Hernández, la cantante Myriam Latrece y el trompetista catalán Pere Navarro, reclutado in extremis en sustitución de Carlitos Sarduy, trompetista titular del combo. Todos nos ofrecieron un show más que convincente en el que sus improvisaciones jazzísticas copularon a la perfección con sonoridades musicales tan cubanas como el guaguanco, el chá-chá-chá, la guajira, la conga o la rumba, recreando su álbum más reciente, Y llegó la luz, un cóctel de colores y emociones muy rico y sugerente, como bien se preocuparon de explicarnos a todos los que nos citamos con ellos. Inmejorable para empezar.