CRÍTICADEMÚSICA
Pura persuasión
Porque es, precisamente, en esa vertiente de brillante autor en la que quiero hacer énfasis. Más allá de la típica fisonomía y aditamentos de cantautor folk o pop al uso, guitarra a cuestas, Manger supera límites dotándose de una ambientación de gran proximidad, aunque llamativamente absorbente. En el Espai Orfeó pudimos comprobar en primera persona cómo este artista nacido en Barcelona emigrado aquí años ha es capaz de transportarnos a un rico mundo sonoro, muy orgánico y de gran afectación para los sentidos, gracias a sus composiciones y a la manera singular de ejecutarlas.
Acompañado en formato de trío por Joan Corominas (teclados, bajo, samplers) y Jordi Soriano (percusión electrónica), que le secundaron con habilidad para construir esa imagen buscada y conseguida de creador electrónico distintivo, la sesión nos regaló una sorpresa inesperada: la presencia del músico senegalés Alu Spear, cuyo arte no desentonó en absoluto con lo que estábamos viendo y escuchando encima del escenario. Sus últimas canciones reunidas en ese Pura imperfecció (2021), que es todo lo contrario gracias a gemas como Màgia, Enmig del cel i el mar y la recuperada El pilot, constituyen la prueba fehaciente de su grandeza como músico moderno y tan al día de todo lo que está sucediendo a su alrededor. Que no es poco...