La última entrega de este MUD 2022 también colmó todas nuestras expectativas. El programador, con muy buen tino, puso juntas una atracción internacional, el dúo franco-turco Kit Sebastian, de claro sesgo popsyke, y otra de nuestro país, en este caso, una de las mejores muestras que pueden verse hoy en día del entormo folk-pop interpretado en catalán, es decir, nuestro admirado Ferran Palau. Así, en la primera parte de la sesión el brillante compositor y multinstrumentista Kit Sebastian y la temperamental cantante Merve Erden pasaron revista a los temas de sus dos magníficos álbumes cantados en inglés, francés y turco. A saber, Mantra Moderne (2019), potente y psicodélico a tope, y Melodi (2021), de sonoridad algo más calmada y próxima al jazz ambiental. Presentándose en formato de combo con una sección rítmica completa de bajo, batería y teclados con programaciones electrónicas, esta sugerente formación demostró el por qué su música, mezcla de tradición y modernidad, ha logrado convertirse en preferida de los clubs europeos más selectos y prestigiosos en tan poco tiempo. Punto y seguido, saltaron al escenario Palau y su gente para regalarnos el estreno en Lleida de Joia, su hermosísimo último disco. Esto es, una auténtica joya en la que esa poética típica del menudo cantante y compositor nos fue ofrecida vestida con unos arreglos polifónicos de voces femeninas inconmensurables y de belleza estremecedora. La verdad, me había querido preservar sin escuchar nada antes y recibirlo espontáneamente y, debo confesarlo, la impresión que me produjo esa primera escucha colmó todas mis expectativas. Con indisimulable emoción, cerré los ojos y esa especie de coro celestial con reminiscencias a Beach Boys que tenía delante me atrapó del todo. A continuación, tomaron el relevo de las cantantes el resto de instrumentistas que conforman el grupo de Ferran, incluido a la batería el bueno de Joan Pons, aunque despojado de su personalidad de El Petit de Cal Eril. Hasta el final, el espectáculo adquirió los tintes y estética artística ya conocidos del de Collbató, es decir ese pop-folk típico suyo tan agradable a la escucha y cuya virtud es parecer diferente cada vez que nos lo obsequia.