JAZZ
Intérpretes: Carles
Benavent & Roger Mas.
Lugar: Auditorio del
Espai Orfeó de Lleida.
Fecha: 23 de abril de 2022
Los días anteriores a este concierto, a preguntas de amigos y conocidos sobre si desde mi condición de crítico musical, aconsejaba acudir a escucharlo, mi respuesta –como siempre- cuando se trata de artistas que, de alguna manera, hubiesen sido partícipes del ambiente de la música progresiva española y catalana entre finales de los sesenta y durante la primera mitad de los setenta, siempre es la misma. La actuación puede resultar ser un verdadero coñazo o parecernos fantástica. En el saco del progresivo de aquella época –tanto aquí como en otras latitudes geográficas- había cosas –unas pocas- fantásticas y otras –muchas, me temo- francamente pesadas y que la gente se las tragaba para parecer modernos y estar al día de las últimas tendencias. En el caso del reencuentro con Lleida del legendario músico barcelonés Carles Benavent (recuerden: Màquinah!, Música Urbana, y múltiples trabajos con grandes como Paco de Lucía, Chick Corea, Camarón, Pedro Ruy Blas, Serrat, Max Sunyer, y otro largo etcétera) solo por respeto a su frondosa trayectoria y aportaciones, plenas de gran calidad en su inmensa mayoría, había que apostar fuerte y acudir a verlo en acción. Pues bien, acierto absoluto en esta ocasión en formato –extraño, aunque a la postre maravilloso- de bajo de cinco cuerdas y piano junto a su amigo y habitual colaborador Roger Mas (no confundir con el cantautor de Solsona), que nos depararon un show excelente y muy, muy ameno. Demostrando que a sus casi setenta años se encuentra en un estado de gracia artística sublime, también Mas, por supuesto, la actuación se basó en temas de diversas épocas como
Bailas,
Zyriab,
Luna de Santiago,
Tirititrán,
De perdidos al río o
Guindilla, incluyendo también sendos recuerdos a compañeros ya desaparecidos como Paco de Lucía, Chick Corea o el batería Roger Blavia, habitual del ambiente jazzístico barcelonés, fallecido en plena juventud y especialmente emotivo para un servidor, pues cursamos juntos todo el bachillerato y primigenias experiencias musicales de ambos. En fin, gratísima actuación gracias a un mago del bajo eléctrico, capaz de utilizarlo como instrumento solista o como si de una guitarra se tratara, llenando el ambiente de bellas melodías arpegiadas y acordes imposibles. DELICIOSO.