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La pianista Cristina Casale, protagonista el domingo en el Auditorio.

La pianista Cristina Casale, protagonista el domingo en el Auditorio.AMADO FORROLLA

Creado:

Actualizado:

CLÁSICA/FLAMENCO

Intérpretes: Cristina

Casale, piano. OJC

Obras de Espinosa y Falla.

Sala y fecha: Auditorio

de Lleida, 29 de mayo.

★★★★☆
La OJC cerró el domingo la temporada de su 20 aniversario con el estreno mundial del muy exigente concierto para piano y orquesta de Abraham Espinosa, que aúna flamenco y sinfonismo. El flamenco tiene dos grandes dificultades: la complejidad rítmica, con hasta 37 palos que contienen ruedas de 12 tiempos que combinan compases binarios y ternarios, y el hecho de que en esta música quien manda no son los bajos sino el cantaor, y si no lo hay el bailaor, y si no lo hay la guitarra. Cuando Paco de Lucía toca con Camarón manda Camarón, no Paco de Lucía. El concierto se llama Duende. “Llevo desde niño estudiando una media de 14 horas al día, y a eso en mi tierra le llaman duende”, decía Paco de Lucía. La frase, además de ingenio, contiene dos verdades: 1) que el duende no se sabe qué es pero tiene que estar; y 2) que para que esté hay que trabajarlo. El domingo estuvo en el Auditorio porque lo aportó Cristina Casale, una pianista que no conocía y que impresionó desde la entrada inicial. El concierto es muy brillante y provocó una entusiasta ovación, con el público puesto en pie. La orquesta siguió bien a la pianista –que hacía las veces de cantaora/bailaora/guitarrista– con dos excepciones, una en el primer movimiento y otra en el tercero. En ambos casos la entrada de las palmas y el cajón puso las cosas en su sitio. Completaron el programa fragmentos de El amor brujo y El sombrero de tres picos. Falla no falla. Compatibilizó como nadie flamenco e impresionismo y escribió música perfecta, con unos solos de viento en los que el domingo estuvieron magníficos el corno inglés, el oboe y la trompa. Al salir del concierto nos preguntamos cómo puede ser que una orquesta que sobresale en un concierto tan exigente como este solo haga media docena de programas por temporada en el Auditorio. Piensas que no lo entiendes, y que te parece muy injusto, y que merecen más, muchísimo más, estos músicos admirables.
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