Ashley Campbell: velada magnífica

Nunca es fácil, al contrario, diría que es muy difícil que una persona ejerza la profesión de alguno de sus progenitores, sobre todo si éste o estos han triunfado y alzan una alargada sombra sobre la dedicación del hijo. Pues imagínense si hablamos de alguien que decide dedicarse a alguna disciplina artística, como la música, por ejemplo, y resulta que –como en este caso– se llama Ashley Campbell y ha de cargar sobre sus espaldas tener un padre como Glen Campbell, leyenda que triunfó como músico de sesión a bordo de The Wrecking Crew, tocando en centenares de sesiones históricas para bandas y artistas de gran éxito desde Elvis a Frank Sinatra, pasando por los Monkees, The Mamas & The Papas, The Byrds y un larguísimo etcétera, antes de comenzar carrera propia y convertirse en rutilante personalidad del country y del pop, con varios Grammy en su brillantísimo currículum. Pues bien, me entero de su presencia en Lleida para actuar hace tan solo un par de meses y se me ocurre mandarle una entrevista para, a título de previa de su concierto aquí, conocer algo más de su trayectoria y compartirlo con los lectores de SEGRE.

Me quedé con una de sus afirmaciones más rotundas: “Teniendo un padre como el mío, buenísimo en todo lo que hizo, nada más lejos de mi voluntad pensar emularlo. Por eso decidí tratar de ser la mejor en algo diferente a todo lo que él hizo intentado convertirme en una banjista lo más buena posible y, al parecer, no lo hago mal del todo”. Pues efectivamente, más allá de acudir a su show pensando en quién fue Glen Campbell, auténtica leyenda, lo hice para descubrir a una artista de nueva generación del country melódico, que canta muy bien y toca la guitarra y el banjo estupendamente.

Con el guitarrista Thor Jensen en formato de dúo de cuerdas y voces, Ashley nos deleitó con temas de sus dos álbumes hasta la fecha: The Lonely One (2018) y Something Lovely (2020), picoteados, cómo no, de varios de los éxitos de su padre –Galveston, Wichita Lineman, Gentle of My Mind–, algún estándar de country como el Joline de la gran Dolly Parton y versiones inverosímiles pero que denotan su excelente gusto, de Tom Waits o los Beatles, que ella hizo suyas. Una magnífica velada.