CRÍTICADEMÚSICA
Sweet Baby James
CANCIÓN DE AUTOR
El caso es que la discografía del bostoniano me viene acompañando desde entonces llenando muchos momentos alegres o tristes de mi vida pues, entre sus maravillosas composiciones y dulce manera de interpretar, podemos encontrar temáticas de muy variado cuño, además de ritmos y entonaciones diversas, útiles para todos los estados emocionales posibles. Ya tuve la ocasión feliz de salir a su encuentro cuando visitó el Festival de Cap Roig, así que, mientras siga en tan buen estado artístico y a mi alcance, pienso repetir las veces que sea. En un Palau sold out, con voz perfecta, su característico y brillante picking de guitarra y acompañado de una banda magnífica, Taylor nos regaló un espectáculo modélico en dos sets de cincuenta y cinco minutos cada uno, en el que sonaron TODOS sus grandes éxitos junto a gemas oscuras aunque no menores en calidad y, como gran sorpresa, la presencia virtual de la gran Joni Mitchell, otrora novia suya, interpretando armonías en uno de los temas. Hermosísimo.