A velocidades encontradas

INDIE POP / CUMBIA

La segunda jornada del MUD prometía temática variada y no defraudó a quienes acuden al festival con ganas de disfrutar de propuestas diferenciales, tempos a velocidades encontradas y artistas poco o nada conocidos por estos pagos, que nos saquen de nuestras zonas de confort. Así, la programación, en horario de tarde y noche sin solución de continuidad, hizo cohabitar un pop-folk, digamos, tranquilo, a manos de los recién estrenados Socumbohemio, y cumbia callejera de última generación a manos de los Kumbia Boruka (en la foto), formados por músicos latinos de diversa procedencia (México, Chile, Argentina) y fanceses, país este último en el que la formación lleva unos diez años asentada. Los primeros, liderados por el multiisntrumentista y compositor Artur Viñas, son un proyecto que hibrida la música de autor con el indie más suave, y cuyos textos y melodías, de ternura y melancolía insospechadas, buscan alcanzar y llenar los recovecos más íntimos en cada uno de nosotros, todo ello en una más que cuidada puesta en escena. Un concierto, sin duda, de lo más placentero que puede disfrutarse hoy en día, sin estridencias ni salidas de tono, y casi naïf, recordando a preferidos como El Petit de Cal Eril, Anímic o Maria Jaume. Grupo a seguir, por supuesto. El segundo concierto del día nos propuso un cambio absoluto de registro, acelerando el motor sonoro y, por consiguiente, el ambiente reinante. No en vano, la multiformación liderada por el brillante acordeonista y cantante Hernán Cortés –¡vaya nombrecito!– ha logrado modernizar la cumbia clásica mezclándola con otros estilos como el dub, el reggae y calientes ritmos tropicales, aderezados por guitarras psicodélicas, metales a tope e impactantes percusiones. Como no podía ser de otra manera, con tal intensidad y ritmo, la concurrencia se lanzó a la pista y no dejó de mover el esqueleto ni un instante, pasando un rato muy divertido y desbordante. Suma y sigue.