Auténtica fiesta
BRIGHTON 64
★★★★✩
Quizás por haber visto tantas veces en directo a los hermanos Gil al frente de su legendaria banda, Brighton 64, en cualquiera de sus diversas estapas, en algunas de sus otras múltiples experiencias musicales grupales –Brigatones, Matamala, Chest, Top Models- o en proyectos en solitario de cada uno de ellos, que verlos de nuevo cada vez es como un magnífico déjà vu, aunque siempre se muestran efectivos y sus conciertos nunca defraudan, al menos a mí. En esta su enésima visita a Lleida, a la que declaran su amor y consideran, después de Barcelona, su segunda ciudad predilecta, han regresado para ofrecernos canciones de sus últimas entregas discográficas y, como siempre les piden sus seguidores, unos cuantos de los cásicos preferidos de toda su carrera. La banda estuvo conformada, en formato de quinteto, por Ricky y De Albert, a las voces y guitarras, por el mítico Jordi Fontich a los teclados y coros, David Abadía al bajo y coros y Eric Herrera en los tambores, bien compenetrados y rayando todos a considerable altura instrumental y vocal. Así, en una sala La Boîte, con entrada correcta de público, pero sin alcanzar el lleno que hubiésemos deseado -sobre un centenar cortito a lo sumo- y un sonido bastante aceptable, gracias a los esfuerzos titánicos del técnico titular, el desarrollo de la actuación fue de menos a más, como suele ocurrir con el cuarteto barcelonés, que se va creciendo a medida que la gente va respondiendo a su música y entrando en calor. La cosa fue de unas cuantas interpretaciones de temas recientes extraídos de Modernista (2015), El tren de la bruja (2017), Como debe ser (2019) y Más de lo mismo (2022), trufadas con esas gemas legendarias de su repertorio Barcelona Blues, En mi ciudad, Bola y cadena, Haz el amor, El mejor cocktail o La casa de la Bomba, su indiscutible himno generacional que cerró el bolo coreado y bailado por todos los presentes. Como siempre, con los Brighton 64, una auténtica fiesta y ganas de volver a reencontrarlos lo más pronto posible.