Elegante ‘feeling’
JAZZ
★★★★✩
Permítanme que para empezar esta nueva columna de crítica de esta edición 2024 del Festival JazzTardor lo haga haciéndome eco de los típicos comentarios desinformados y malintencionados que gente que NO suele acudir jamás a las actuaciones programadas se permite, sin embargo, el lujo de verter, sin conocimiento absoluto de causa.. Dicen que nuestro evento NO tiene la categoría de otros festivales jazzísticos de latitudes peninsulares diversas y que, por ende, la nómina de los artistas y bandas que visitan Lleida son de tercera o cuarta división y que, por calidad, no podemos compararnos con casi nadie. Obviamente, ni por número de artistas programados ni por presupuesto podemos hacer sombra, vete tú a saber, a Donosti, Vitoria, San Javier (Murcia) o Barcelona, todos con dotaciones muchísimo superiores a la nuestra. Lo que sí puedo afirmar si me lo permiten –yo que entiendo un poco de esto– es que, pese a todo, cada edición logra traernos aquí a unos cuantos jazzmen de poderío indiscutible y, eso sí, más con cuentagotas, a gente de enorme presencia y talento musicales como, por ejemplo, este mismo año sin ir más lejos a Paquito D’Rivera que cerrará este JazzTardor o el Iván ‘Melón’ Trío, que enseguida pasamos a comentar, que cuentan, en conjunto, con unos cuantos premios Grammy y múltiples nominaciones más. Pues eso, con medios económicos justos pero enorme dedicación de la organización y buena agenda profesional y de relaciones podemos gozar, pese a todo, año a año, con jazz de altísimo voltaje y muy emocionante. Bien, en lo que ahora nos ocupa, cabe destacar la estupenda sesión que el pianista Iván Lewis, apodado ‘Melón’, nos ofreció acompañado de dos estupendos paladines en la sección rítmica, sus paisanos Yandi Martínez, contrabajo, y Lukmil Pérez, batería, que complementaron a las mil maravillas y plenos de precisión las evoluciones del líder, que lució unos fraseos e improvisaciones sencillamente imponentes por su energético feeling y elegancia tan remarcables. En el repertorio vespertino, unos cuantos cortes de Voyager y Bembé, respectivamente, su Grammy de 2021 al mejor álbum de jazz latino, y su último long play, también nominado el año pasado en la misma categoría. Hora y media musical inolvidable, salteada de la típica verborrea cubana, tan seductora y efectiva para meterse al público en el bolsillo desde el minuto cero. ¡Lo lograron, sin duda!