CRÓNICA POLÍTICA
Sánchez descoloca con un seísmo de ministros
Si no fuera porque a la lista de políticos caídos el sábado destaca Iván Redondo, el poderoso director de Gabinete de la Presidencia, se habría atribuido a él la perfecta maniobra para despistar los medios para que desayunaran el sábado con la remodelación de casi medio Gobierno. Más todavía: se habría especulado que era “un nuevo Consejo de Ministros en su medida”. Nada de eso: la autoría del seísmo es de la factoría Sánchez: sigilo, contundencia, oportunidad y el PSOE en su cap. hay congreso ordinario después del verano y acto seguido congresos regionales en los cuales brillarán los ministros, a dos años vista de las elecciones autonómicas. Alguna nueva ministra puede acabar de candidata a su comunidad. Apuesten.
En la maniobra para despechar los medios, incluso los rusos colaboraron. Un caza de Putin entró al espacio aéreo lituano el jueves mientras su Presidente, Gitanes Nauseda, y Pedro Sánchez hacían en un hangar una rueda de prensa interrumpida para dejar salir los aviones de combate españoles destacados en la defensa OTAN del territorio europeo. Toda la prensa mirando hacia Lituania porque se dio la alarma de Alfa Scramble, o sea alarma real, no de simulacro, mientras el “zafarrancho de combate” estaba en siete ministerios y en la Moncloa. Ni en un guion cinematográfico.
A media legislatura, Sánchez marca un punto y aparte. Rotundo. “Calvo, Ábalos y Redondo, sus tres pilares, fuera. Tela, la remodelación. Sánchez no se casa con nadie”, dice un socialista andaluz impactado. “entela”, sin duda. Da por acabada la pandemia –atención con precipitarse porque repunta en todas partes|a todas partes y de forma explosiva entre la juventud– y enfoca su nuevo Gabinete a la recuperación.
Que ascienda a Nadia Calviño a la vicepresidencia primera es buena noticia: España se juega en los dos próximos años la estabilidad económica para unas décadas. Y a los ministros del área Podemos ni los toca, porque no quiere –ni pudría, aunque quisiera– recomponer otra mayoría parlamentaria. “Tanto es porque están quemados”, opina un socialista catalán. Excepto lo ahora vicepresidenta segunda Yolanda Díaz, en ascenso, que si sobrevive a Irene Montero y a Ione Belarra, será cabeza|cabo|jefe de cartel, según testamento de Pablo Iglesias..
Estas son las razones de fondo del seísmo. Poderosas, sin duda, e interesantes; para él, sobre todo. Sin embargo, el Presidente sigue explotando su habilidad innegable para despistar. Empezó justificando públicamente la virtud de los relevos|relieves aludiendo que así bajaba la media de edad de los ministros de 54 a 50 años y que incrementaba el número de mujeres, que pasa del 56 por ciento al 63. Muy bien; pero eso es secundario, aunque útil para entretener periodistas despistados y la oposición. Abascal, de Vox, emitió un estallido analítico de profundidad explícita: “Sólo hay un cambio de secuaces.” Nivel.
A los nacionalistas catalanes les cogió recién llegados de la romería en la ermita de Waterloo, donde se venera el expresidente huido Carles Puigdemont. Al Partido Popular lo sorprendió después de haber posicionado en el Parlamento Europeo donante cobertura al primer ministro húngaro, Viktor Orbán, promotor de leyes homófobas y racistas. Sólo el portavoz popular, el valenciano Esteban González Pons, tuvo la valentía de votar en contra, junto con la mayoría democrática de la Cámara, en vez de abstenerse. Con un circo así, no tiene que extrañar que Sánchez sea la acróbata estrella.