EDITORIAL
La oposición se desgasta
El increíble estancamiento de la situación política española está empezando a provocar crisis no en el partido que obtuvo más votos en las últimas elecciones y que tiene la responsabilidad de buscar la investidura, sino paradójicamente en el resto de partidos que estuvieron en la oposición en el anterior mandato y que comparecieron con programas abiertamente enfrentados a lo que defienden Rajoy y el Partido Popular. Ni Ciudadanos que ha ofrecido sus votos a Rajoy se salva de las críticas porque también había pactado tras las elecciones anteriores con el PSOE de Pedro Sánchez y porque inmediatamente después de llegar a un acuerdo con Rajoy trascendieron nuevos casos de corrupción como el de Rita Barberá que ponen en entredicho la firmeza del PP en la lucha contra la corrupción. Pero lo más significativo son los enfrentamientos que se viven en el PSOE y ahora también en Podemos por las posturas ante un más que hipotético frente anti-Rajoy. En el PSOE, algunos exdirigentes y destacados barones han apostado por una supuesta gobernabilidad pidiendo que algunos de sus diputados se abstengan para favorecer la investidura de Rajoy, y al mismo tiempo se muestran radicalmente contrarios a que Sánchez busque los apoyos de Podemos y los nacionalistas, o la abstención de Ciudadanos para buscar una investidura alternativa. Al final, será un comité federal convocado para el día 1, conocidos los resultados de las elecciones en Galicia y Euskadi, el que fije postura, si bien la actual dirección se mantiene firme en no facilitar la abstención de un Rajoy que de momento tampoco ha hecho nada para ganarse estos apoyos socialistas. En Podemos se reproduce el enfrentamiento entre Iglesias y Errejón por sus diferencias en la negociación con el PSOE y su apuesta por la radicalidad o la moderación que puede profundizar la brecha entre los dos dirigentes y sus sectores que ya se manifestó por el control de Madrid. E incluso entre la antigua Convergència y ERC se han visto diferencias sobre un supuesto apoyo a Sánchez zanjado ayer con el mantenimiento del referéndum como línea roja e innegociable. En este panorama de desgaste, quien parece seguir incólume es quien debería ser el principal protagonista, Mariano Rajoy, que pese a los nuevos casos de corrupción, sigue sin moverse y sin ofrecer nuevas contrapartidas a quienes deberían apoyarle. Y a este paso las terceras elecciones parecen acercarse.