SEGRE

Creado:

Actualizado:

De la solidaridad a la indignación. Esto es lo que está sucediendo en el caso de Nadia Nerea, una niña de 11 años residente en el pueblo de Fígols i Alinyà, en el Alt Urgell, afectada por una rara enfermedad genética denominada tricotiodistrofia, cuyos progenitores y muy especialmente su padre, Fernando Blanco, llevan años promoviendo iniciativas para la recogida de fondos argumentando que solo operaciones y tratamientos muy novedosos y caros pueden evitar la muerte prematura de su hija. Los vecinos de la comarca fueron los primeros en volcarse con ellos, y hace unos días la ola de solidaridad se extendió a todo el Estado después de que el padre protagonizara una gran campaña mediática. El resultado fue que la familia recaudó 153.000 euros a través de la cuenta de su fundación. Sin embargo, esta historia con final feliz podría ser en gran parte un cuento, ya que dos investigaciones periodísticas han puesto de manifiesto que cuestiones relativas a especialistas que habrían tratado a la niña o viajes al extranjero para intentar curarla son falsas. Al parecer, todo apunta a que Nadia Nerea padece efectivamente tricotiodistrofia, una patología que entre otros efectos provoca un envejecimiento prematuro, pero que su padre podría haber exagerado su gravedad y haberse inventado supuestos gastos para su tratamiento con el fin de recaudar fondos, por lo que habría cometido un fraude. De momento, la Fiscalía y los Mossos lo están investigando y la familia, a través de la cuenta en Facebook de su fundación, ha anunciado que hoy devolverá los 153.000 € y que el miércoles dará explicaciones públicas, con lo que como mínimo asume implícitamente que no puede probar que su relato sea cierto.

Habrá que ver cómo acaba este asunto, pero de momento hay dos grandes víctimas. Una es la propia Nadia Nerea, que a ojos de la opinión pública aparece como una niña de cuya desgracia se han aprovechado económicamente sus padres. Y la otra, a nivel general, son todas las causas benéficas, ya que hay el riesgo de que ahora muchos ciudadanos pongan en duda su bondad a raíz de esta experiencia. En este punto, hay que hacer un llamamiento a mantener la solidaridad y dar por bueno que la excepción confirma la norma, porque así lo demuestra día a día la gran labor de múltiples entidades y también de iniciativas más individuales.

tracking