EDITORIAL
La innivación que abre pistas
Las nevadas tempranas que llegaron a finales de noviembre al Pirineo de Lleida hacían presagiar uno de los mejores inicios de la temporada en muchos años. Al final, las precipitaciones no se repitieron con la intensidad necesaria para abrir todas las pistas de los complejos invernales de Lleida, pero la innivación artificial, nada menos que 1.380 cañones, y los avances en este campo han permitido que el macropuente disponga de un dominio esquiable nada desdeñable de 181 kilómetros de pistas repartido en unas instalaciones, entre las cuales destaca una de las mejores, si no la mejor, del Estado, Baqueira Beret; otra que mejora con el tiempo como los buenos vinos, Boí Taüll, y otras más familiares como Port Ainé, Espot y Port del Comte, que han invertido mucho dinero y esfuerzo para hacerse un hueco en el ocio y los deportes de invierno, sin olvidar evidentemente las de esquí nórdico, tres de las cuales han abierto antes de lo esperado. El oro blanco del Pirineo va por el buen camino y la ingeniería, la tecnología y la innovación garantizan que la falta de precipitaciones naturales no impida el disfrute de los aficionados. Ahora bien, las carreteras de acceso tanto a la Alta Ribagorça, los Pallars y el Alt Urgell-Andorra tienen todavía demasiadas asignaturas pendientes como para darse por satisfechos, así como la hostelería y el après-ski, que deben aumentar cantidad y calidad para acercarse a la excelencia turística de invierno a la que aspira Lleida. Rapidez en el ‘caso Nadia’De las sospechas se ha pasado a la imputación por estafa y los padres de Nadia Nerea han hecho el tránsito de progenitores coraje que luchan por la vida de su hija a proscritos en una sociedad que no admite medias tintas. Hoy pasan a disposición judicial y solo cabe pedir a la Justicia y a la Generalitat que actúen con rapidez y cautela, porque la principal víctima de este caso, su hija, está a día de hoy sin protección y a expensas de varios peligros: su enfermedad, en la fase que esté y dictaminen los médicos; el proceso judicial de sus padres, y el linchamiento público. Si nos volcamos incautamente con su causa, ahora debemos ayudar a progeterla.