EDITORIAL
Volem acollir!
Este fue el grito unánime que corearon las 15.000 personas que el sábado abarrotaron el Palau Sant Jordi, en el acto más multitudinario hasta el momento de la campaña “Casa nostra, casa vostra” que reclama la apertura de las fronteras a los refugiados. Una iniciativa impulsada inicialmente por ciudadanos que trabajan en el sector de la comunicación que coincidieron en mayo pasado en los campos de refugiados de la frontera con Grecia y Macedonia, a la que posteriormente se han sumado hasta 200 entidades catalanas de la cultura y la sociedad civil que reivindican la acogida de refugiados en Catalunya. El momento culminante de la campaña será este sábado en Barcelona con una manifestación que saldrá a las 16.00 horas de la plaza Urquinaona y finalizará en el Passeig Marítim, que sus organizadores pretenden que sea la más multitudinaria de las celebradas en Europa y que tratará de emular las marchas celebradas en su momento en la ciudad condal contra la guerra de Irak. Al mismo tiempo han redactado un manifiesto que se puede firmar online o en las campañas de recogida efectuadas por ciudades de toda Catalunya, entre ellas Lleida, Sort, Tremp y La Seu d’Urgell, y al que hasta el momento ya se han adherido más de 62.000 ciudadanos para denunciar que las políticas de cierre de fronteras de la UE incentivan la mortalidad, criticar la inacción del Estado español, y reclamar a las instituciones catalanas compromisos inmediatos para pasar de las palabras a los hechos y garantizar que Catalunya sea tierra de acogida.
Reconforta que la sociedad civil sea capaz de movilizarse por una causa humanitaria como la denominada crisis de los refugiados, sobreponiéndose al mensaje anestesiante de nuestros políticos con el objetivo de encubrir su falta de sensibilidad hacia este problema y los reiterados y escandalosos incumplimientos de sus propios acuerdos sobre los cupos de acogida. Más de 5.000 personas fallecidas ahogadas el pasado año en el Mediterráneo en 2016 a las puertas de Europa cuando escapaban de la guerra y la miseria y 258 en lo que llevamos de este año son cifras espeluznantes que a cualquier persona le remueve la conciencia. Ojalá que “Casa nostra, casa vostra” consiga remover las de nuestros políticos y rectifiquen.