EDITORIAL
Un corredor muy lento
El corredor ferroviario mediterráneo es una de las reivindicaciones más reiteradas de las administraciones y los empresarios catalanes desde los años 90 que ha conseguido poner de acuerdo a catalanes, valencianos, murcianos y hasta andaluces orientales, pero también lleva el camino de convertirse en una de las obras más lentas, y al paso que llevamos, hasta descafeinada. La reivindicación consiguió el refrendo en 2010 de la Unión Europea, que lo incluyó en la red de grandes corredores europeos que gozarían de financiación privilegiada, optando por el eje Algeciras-Valencia-Barcelona-Portbou, por delante de la entonces denominada Travesía Central Pirenaica que, partiendo del mismo sitio, cruzaba a Francia por Aragón tras pasar por Madrid. El objetivo es construir una doble plataforma ferroviaria de ancho internacional que permitiría colocar en los ejes que cruzan Europa más de la mitad de lo que exporta España y la fecha teórica de puesta en funcionamiento del corredor debería ser 2025 y hasta se llegó a anunciar, por boca de un ministro, que la conexión entre la frontera y Murcia sería una realidad en 2016, mientras el gobierno central introducía una modificación para crear un ramal que pasara por Madrid y luego enlazara con el Mediterráneo. Ha pasado un año y se sigue reivindicando el corredor mientras el secretario de Obras Públicas valenciano, Josep Vicent Boira, denunciaba la semana pasada que se han destinado 935 millones del proyecto al nuevo acceso sur de Madrid entre Atocha y Torrejón de Velasco que inauguró el ministro De la Serna, mientras en Valencia se habla de construir “el tercer hilo”, un parche para enlazar las tres capitales que no permitirá alcanzar más de 160 kilómetros por hora aunque se coloque el logotipo de AVE. El político valenciano ha denunciado que las obras del corredor mediterráneo empiezan por Madrid y alguien tendría que explicar con claridad cuál es el estado de los proyectos y las inversiones, incluyendo cuál será el trazado del ramal de mercancías que enlace Zaragoza con el corredor, porque en todos los diseños aparece un recorrido diferente al de viajeros que sí pasa por Lleida. Desde aquí, las administraciones y las organizaciones empresariales llevan años reclamando esta conexión, que es imprescindible para el desarrollo económico de nuestras comarcas, pero ni el corredor avanza al ritmo esperado, ni se concreta la conexión con Lleida.