EDITORIAL
El potencial investigador de Lleida
La investigación en Lleida ha ido resistiendo el envite de la crisis de los últimos años, que ha provocado recortes en su financiación, como en muchos otros ámbitos. La Universitat de Lleida, principal centro investigador con sus diferentes institutos (IRBLleida, Agrotecnio, Inspires e Indest) en 2015 captó 11,7 millones en recursos para investigación y actualmente desarrolla 113 proyectos, 20 a nivel internacional. De hecho, ocupa posiciones destacadas en varios rankings, sobre todo en el ámbito agroalimentario. Así, es la cuarta universidad española en agricultura y ciencias agrarias y la primera del Estado en excelencia y liderazgo en esta especialidad. Es líder también en tecnología de los alimentos. Existen otros centros investigadores como el Fruitcentre, pionero en concentrar proyectos sobre toda la cadena de la fruta, y el Centro de Investigación Experimental Biomédica Aplicada (Creba), creado para ser el referente en investigaciones con cerdos, además de empresas centradas en la investigación radicadas en el parque científico y tecnológico de Gardeny. El potencial investigador de Lleida complementa su tradicional liderazgo en la producción e industrias agroalimentarias y la ha impulsado en ámbitos de la salud y la tecnología, hasta hace bien poco, ausentes en Lleida. Para darse cuenta de este gradual y constante crecimiento científico basta con comprobar el número de investigadores que actualmente trabajan en el IRBLleida, sin duda la joya de la corona, con casi 400 médicos, biólogos o biomédicos, entre otros. Pero todo este esfuerzo requiere de una capacidad inversora muy alta y los casi 12 millones que captó en 2015 no son suficientes para seguir progresando y todas las instituciones y administraciones deberían implicarse mucho más. La apuesta hecha por la Diputación de Lleida para financiar los equipamientos necesarios para la facultad de Veterinaria, así como su centro de referencia, el centro de Ciència i Recerca Experimental Biomèdica Aplicada (CREBA) de Torrelameu, dan un paso cualitativo y cuantitativo en la hoja de ruta científica y docente de las comarcas de Lleida, pero en el otro extremo, tenemos el Agrotecnio, que pese a su liderazgo en publicaciones, no ha conseguido financiación de la Generalitat. La investigación marca el progreso de un país pero esta no puede desarrollarse sin financiación.