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Que el corredor mediterráneo es una de las grandes apuestas de futuro para el desarrollo de este país y su articulación en los grandes ejes europeos está fuera de discusión por el potencial económico y la capacidad exportadora de las zonas que comunica, pero también admitió ayer el coordinador del proyecto que no todo se ha hecho bien y que hay cosas a corregir, porque desde Valencia ya se ha advertido que la mitad de las inversiones acometidas hasta ahora se han centrado en el área de Madrid y sus ramales de conexión al corredor. El proyecto lleva retraso y aún tiene cuestiones por concretar y por esto es pertinente que se celebren jornadas como la de ayer en la Llotja de Lleida, organizada por el grupo Ferrmed y la Diputación, en la que las instituciones y los colectivos sociales y empresariales exigieron la inclusión de Lleida en los proyectos del corredor como cuestión prioritaria y que se contemple también su papel decisivo en la futura conexión entre los corredores mediterráneos y atlánticos, en el que nuestras comarcas pueden jugar un papel logístico decisivo. El primer paso debería ser, como se contempla en la Declaración de Lleida aprobada ayer, la inclusión de la línea convencional Zaragoza-Tarragona que pasa por Lleida dentro de la Core Network, la red central en la que ya está integrada la línea que circula por Caspe, un paso que es decisivo para el transporte de mercancías por y desde Lleida que, como resaltaron sus directivos, ya tiene un peso importante en los puertos de Tarragona y Barcelona. De momento, está incluido en uno de los corredores para pasajeros el eje Zaragoza-Lleida-Tarragona-Barcelona, pero no sucede lo mismo con el corredor de mercancías que está dibujado por Caspe. Es imprescindible la inclusión de Lleida en los dos corredores y también la remodelación de la estación del Pla de Vilanoveta para trenes de 740 metros con instalaciones de autopista ferroviaria para aprovechar el potencial logístico de Lleida, favorecer sus exportaciones y de cara al futuro aprovechar su situación estratégica para convertirse en punto de conexión entre los corredores cantábrico y mediterráneo. Pero la apuesta ferroviaria ha de completarse también con una conexión rápida y libre de peaje por carretera con Tarragona y su puerto, tal como se ha prometido con reiteración. Los mapas están diseñados, la reivindicación es unitaria y ahora falta que se concreten en decisiones y presupuestos.

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