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Al día siguiente de la comparecencia del exministro Fernández Díaz y del exdirector de la oficina antifraude de Catalunya, Daniel de Alfonso, se habla más de las formas, del cruce de insultos y descalificaciones o del ambiente tabernario de la comisión parlamentaria, que del fondo de la cuestión, la existencia de la operación Catalunya y de las grabaciones efectuadas en el despacho de todo un ministro del Interior. Y se presentan como víctimas tanto los comparecientes como el diputado Rufián, que se queja de que le llamaran gilipollas desde la bancada del PP, cuando él se había referido al compareciente como lacayo, mamporrero, corrupto, mafioso o gánster entre otras perlas. Cada cual tiene derecho a elegir su estilo pero el portavoz de ERC acabó haciendo un favor a los hooligans del PP, que ya venían preparados para reventar la sesión y encontraron un aliado para difuminar el fondo de la cuestión, en la que sí entraron con más eficacia los portavoces del PDeCAT o de Podemos. Y así pudimos escuchar cómo fue un policía de su equipo el que propuso el encuentro grabado y sobre todo cómo fueron también altos mandos policiales los que decidieron investigar a otros partidos como los catalanistas o Podemos, desmarcándose de la posible manipulación de pruebas o la elaboración de informes sobre políticos catalanes pese a la evidencia de las grabaciones difundidas. Seguimos sin saber quién graba al ministro del Interior en su despacho sin que pase nada y sobre todo quién organizó la operación Catalunya para desacreditar a los dirigentes soberanistas. Porque a estas alturas, ya nadie duda que existe.Armas químicasDesde el protocolo de Ginebra de 1925, inspirado por la Sociedad de Naciones, está prohibido el uso en la guerra de armas químicas y biológicas, en 1992 se amplió con la Convención sobre armas químicas, auspiciada por Naciones Unidas, que entró en vigor cinco años después y ampliaba la prohibición al desarrollo, fabricación, almacenamiento y empleo de estas armas. Ya hemos visto esta semana los desastres provocados por estas armas en Siria. Volvemos a la Primera Guerra Mundial.

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