EDITORIAL
Moción para la galería
El grupo confederal de Unidos Podemos anunció este jueves solemnemente que ha iniciado los contactos con otros partidos para promover una moción de censura contra el gobierno de Mariano Rajoy, tras las últimas revelaciones sobre la corrupción en el seno del PP y sobre los intentos de injerencia del partido y del Gobierno en los distintos poderes del estado, sobre todo el judicial. No concretó si era una moción con candidato alternativo como requiere la legislación española, ni si el objetivo era un adelanto electoral, pero lo que sí fue inmediato es la respuesta del resto de grupos que podrían facilitar la moción, PSOE y Ciudadanos, que explicaron que habían sido informados un cuarto de hora antes de la rueda de prensa de Podemos y que evidentemente no apoyarían una moción que ni siquiera conocían. La moción de censura es un instrumento constitucional que en España se ha utilizado relativamente poco: solo en dos ocasiones y con resultados muy diferentes.
En 1980, Felipe González saltaba a la palestra retando a un Adolfo Suárez en baja y se presentaba como la alternativa real que se concretó dos años después y perdió la moción de censura como estaba previsto, pero ganó la batalla de la opinión pública. En el 87 fue el entonces presidente del PP Hernández Mancha quien intentó una maniobra similar contra Felipe González con resultados completamente diferentes porque no supo hilvanar una alternativa, fue aplastado parlamentariamente y ayudó a consolidar a González mientras su liderazgo al frente del PP se desvaneció tras la moción. ¿Qué busca ahora Pablo Iglesias, que supuestamente será el candidato alternativo que exige la moción aunque este jueves no se hiciera público? Evidentemente no es provocar la caída de Rajoy porque hasta ahora no se ha preocupado de buscar ningún apoyo, ni quiso hacerlo el año pasado cuando el nivel de corrupción del PP era similar y tuvo la oportunidad de acabar con la era Rajoy apoyando la candidatura de Pedro Sánchez que ya tenía el apoyo de Ciudadanos.
No lo hizo entonces porque buscaba el sorpasso al PSOE, que tampoco consiguió en las urnas, pero intenta ahora ante la opinión pública aprovechándose del proceso de primarias de los socialistas y de su falta de liderazgo. Si quería sustituir a Rajoy tenía que haber buscado apoyos, pero está en su derecho de presentar la censura y aprovechar la propaganda que le proporcionará el debate. En política también hay postureo.