EDITORIAL
El PSOE, en convulsión total
Las primarias del PSOE dieron este domingo un sorprendente triunfo a Pedro Sánchez, no solo porque todo el aparato y la gran mayoría de líderes territoriales apoyaban a su gran rival, Susana Díaz, sino por su claridad, lo que demuestra que la fractura entre los dirigentes del partido y sus bases es todavía mayor de lo que parecía. Así pues, Sánchez volverá a ser el máximo líder socialista solo seis meses después de que tuviera que presentar la dimisión tras el esperpéntico comité federal que acabó determinando, en contra de su opinión, la abstención del PSOE para posibilitar la investidura de Mariano Rajoy.
Ahora, los actuales dirigentes y la mayor parte de los barones autonómicos han sido desautorizados por la militancia y por muchas proclamas en favor de la unidad que se hagan será muy complicado recomponerla. Habrá que ver qué pasos dan Sánchez y los dirigentes derrotados y también habrá que ver si esta rebelión de las bases acaba provocando la caída, forzada o por iniciativa propia, de alguno o varios de los dirigentes derrotados.
Además, la situación del PSOE también abre un nuevo escenario en la política española, porque teóricamente Sánchez es más partidario de buscar vías de colaboración con Podemos que de dejar gobernar a Rajoy, a pesar de que ha rechazado públicamente la moción de censura presentada por la formación de Pablo Iglesias. A favor del PP juega que está muy cerca de aprobar los presupuestos de este año y de que los socialistas tienen mucho trabajo por delante para poner orden en su propia casa.
El futuro de l’Horta debe ser agrícola
El fomento de nuevas actividades económicas complementarias a la agricultura y la mejora de las telecomunicaciones y de la red de caminos son algunas de las principales propuestas planteadas en el congreso celebrado el sábado para definir el futuro plan de usos de l’Horta de Lleida. Son sugerencias razonables, porque el mantenimiento de este gran cinturón verde de la ciudad debe pasar por la priorización de la actividad agroganadera y por la garantía de que sus vecinos podrán disponer de servicios equiparables a los que tienen los del centro urbano.