EDITORIAL
Todos los instrumentos
Mientras Rajoy y Puigdemont cierran su intercambio epistolar sin el menor atisbo de que puedan abrir vías de diálogo, se ha ido incrementando la escalada verbal de los dirigentes del PP que ya califican el referéndum como cacicada, chantaje, golpe de Estado o ataque a la democracia.
Este jueves fue la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, la que advirtió que el Gobierno utilizará todos los instrumentos a su alcance para impedir el referéndum y la vicesecretaria de Estudios y Programas del PP, Andrea Levy, llegó a hablar de la fuerza de la democracia, aunque posteriormente descartó cualquier medida coercitiva.
En vez de dialogar, hemos entrado en la etapa de las amenazas en esta especie de partida en que las dos partes juegan al secretismo, sin que los ciudadanos sepamos o podamos imaginar qué nos espera. En un bando preparan debatir y votar en 24 horas una ley de transitoriedad, que nadie conoce pero que en algún borrador filtrado y al parecer ya superado contemplaba barbaridades como el control de los medios privados o el nombramiento de jueces por parte del ejecutivo, y en el otro también tienen preparado un protocolo de actuaciones con la movilización de la Fiscalía General, de la delegación del Gobierno en Catalunya y del ministerio de Interior con el refuerzo de los cuerpos de seguridad.
Desgraciadamente no parece que nadie vaya de farol y a estas alturas las dos partes esperan que el adversario pierda los nervios y cometa algún error, pero los ciudadanos no podemos ser sujetos pasivos de esta escalada. Tienen que explicarnos sus planes, hasta dónde quieren llegar y tenemos que exigirles diálogo.
Un oasis festivo
Hoy viernes arranca el Aplec, que cumple 28 años, consolidado como la gran fiesta popular de Lleida con unas cifras espectaculares: 102 peñas, 13.000 peñistas, 200.000 visitantes y 12 toneladas de caracoles que serán degustados de todas las formas imaginables. Pero más allá de las cifras y de la magnitud que ha alcanzado, lo que hace grande al Aplec es el ambiente de hermandad, el espíritu lúdico con que se vive y el oasis de tranquilidad, fiesta y diversión que representa. Bon Aplec.