EDITORIAL
Ceremonia de confusión
En vísperas de que el president Puigdemont anuncie esta misma semana fecha y pregunta del referéndum, se convocó el Pacte Nacional pel Referéndum con el supuesto objetivo de ensanchar la base y visualizar que la mayoría social representada en la institución avalaba la convocatoria. No fue así y en un nuevo requiebro de difícil comprensión la comisión ejecutiva del Pacte se disuelve porque considera que ha cumplido su objetivo con la recogida de las 500.000 firmas para reivindicar una consulta pactada, pero al mismo tiempo reclaman que se mantenga vivo el organismo y no se dé por amortizado como representante de la transversalidad social, ideológica y territorial.
O sea que el Pacte pasa a la reserva con un documento de cinco puntos en el que insta a la Generalitat y al gobierno central a “seguir buscando los caminos del diálogo necesario”, criticando la intransigencia del PP y recordando la voluntad de la mayoría del pueblo catalán de expresar su derecho a decidir a través del voto y que sería un error histórico defraudar esta voluntad.
Hasta aquí están todos de acuerdo, pero también quedó claro este martes que a los sindicatos les preocupa la situación en que pueden quedar los funcionarios, que en las organizaciones sociales hubo muchos silencios, y que entre las formaciones políticas unos, Junts pel Sí y CUP, hablaban de referéndum unilateral, mientras Catalunya en Comú se mantenía firme en el referéndum pactado y con aval internacional, algo que a tenor de la posición del gobierno central y de la comisión de Venecia, se antoja incompatible.
Quedan por medio maniobras no concretadas como la barajada comparecencia de Puigdemont en el Congreso o posibles negociaciones secretas, pero de momento y con todas las ambigüedades de su estilo, los ‘comuns’ no respaldan el referéndum unilateral que Puigdemont parece dispuesto a anunciar esta semana, con lo cual ya no es una mayoría absoluta la que respalda la consulta que puede quedar como una repetición del 9-N si llega a celebrarse, porque desde Madrid muestran una contundencia absoluta al asegurar que el referéndum no se celebrará.
Cabe esperar que como pide el Pacte sigan buscándose vías de diálogo y también sería oportuno recordar que al margen de referendos unilaterales o de pacto imposible, hay otras vías para que los catalanes puedan ejercer el derecho a decidir y pasar por las urnas que sí dependen de Puigdemont: elecciones.