EDITORIAL
Garantizar un derecho universal
La universalización del derecho a la salud es una de las grandes conquistas del Estado del bienestar porque asegura una atención sanitaria a todas las personas al margen de su condición económica o de su origen. Atender al enfermo es una cuestión de derechos humanos que en España estaba garantizada desde la época de Ernest Lluch al frente de Sanidad con la universalización de la sanidad pública, pero en 2002, con la excusa de la crisis la ministra del PP Ana Mato restringió esta asistencia universal con el argumento de contener el gasto y frenar el llamado turismo sanitario en uno más de los recortes que perjudicaba a los sectores más débiles. Ahora, el Parlament de Catalunya, a instancias del conseller Comín, ha aprobado una ley para facilitar el acceso a la sanidad pública de todas las personas residentes en Catalunya en una iniciativa que merece aplauso porque es justa y porque ayudará a solucionar los problemas con que se encuentran los inmigrantes que no han regularizado su situación. De momento, el único requisito es el empadronamiento, pero es un avance significativo y además está el compromiso de sustituirlo por criterios de arraigo, que deben desarrollarse con un reglamento que ha de estar a punto en tres meses. El objetivo es que ninguna persona que viva en Catalunya quede sin la atención de la sanidad pública, que es un derecho que ningún estado democrático y civilizado debería negar a quien vive en el país.El rescate de la bancaEn junio de 2012 y en sede parlamentaria, el presidente Rajoy y el ministro Luis de Guindos aseguraban taxativamente que el rescate bancario no tendría ningún coste para los ciudadanos y que los créditos concedidos tendría que asumirlos la banca. Ayer, el gobernador del Banco de España, Luis María Linde, daba por perdidos 60.613 millones de euros, el 78 por ciento de las ayudas concedidas, por el rescate de la banca y aun alegaba que sin estas ayudas el coste para los contribuyentes hubiera sido mucho mayor. Alguien tendría que aclarar por qué había que salvar bancos mal gestionados y por qué se puede mentir con tanta impunidad.